La visita a la capital navarra comienza por la Pamplona de los burgos, conjunto de barrios de origen medieval que constituyeron el germen del actual núcleo urbano. En la céntrica plaza Consistorial se levanta la señorial fachada barroca del Ayuntamiento. El edificio, construido en 1752, recuerda la unión de los burgos de San Cernín, San Nicolás y Navarrería.
Junto al consistorio se puede admirar la iglesia gótica de San Saturnino o San Cernín, construida en el siglo XIII. Sus dos torres, anteriormente coronadas por almenas, dejan entrever su antigua función defensiva. Mientras, sobre el antiguo claustro se levanta su capilla barroca de la Virgen del Camino, copatrona de la ciudad.
La vecina Cámara de Comptos (s. XIII), el más antiguo edificio de la capital, fue entre los siglos XIV y XIX sede del antiguo Tribunal de Cuentas de Navarra. Saliendo por la calle Mayor se alcanza la iglesia de San Lorenzo (s. XIX), que alberga la capilla barroca de San Fermín.
En la cuesta de Santo Domingo se pueden contemplar otros edificios de la vieja Iruña. La fachada plateresca del interesante Museo de Navarra, que alberga una importante colección de piezas arqueológicas y obras de arte, y la iglesia gótica de Santo Domingo, del siglo XVI.
Fundada por los romanos y atravesada por el Camino de Santiago, Pamplona es una ciudad moderna y acogedora con una amplia oferta de actividades culturales y gastronómicas.
En la fértil vega del río Arga se asienta Pamplona, ciudad llena de historia y hondas tradiciones. En las calles y plazas de su casco antiguo se conserva un importante conjunto monumental presidido por sus iglesias y murallas medievales.
Cerca de Pamplona también se puede disfrutar de enclaves de gran belleza natural. Al oeste se encuentra el Parque Natural de Urbasa y Andía. Al norte, los pueblos y valles del Pirineo navarro ofrecen algunos de los paisajes más bellos de toda la provincia. En el Pirineo Atlántico, el más occidental, se encuentran importantes espacios naturales, como el Parque Natural de Bertiz.
Uno de los valles más importantes es el de Baztán, que se extiende rodeado de montañas y con pueblos como Berroeta, Aniz, Ziga, etc., todos ellos con gran cantidad de torres medievales y palacios. Buenos ejemplos de estas construcciones se pueden encontrar en la capital del valle, Elizondo, desde donde se puede partir para visitar Urdax y Zugarramurdi, éstas últimas conocidas por sus cuevas y por ser antiguo escenario de akelarres (reunión de brujos).
En el Pirineo Oriental es protagonista el Camino de Santiago. Éste, procedente de Francia, se adentra en tierras navarras hasta llegar a Roncesvalles, villa nacida como santuario y hospital en 1132 y primera etapa de los peregrinos. Siguiendo la cadena montañosa hacia el este se encuentra la Selva de Irati, espacio natural único que concentra uno de los mayores hayedos del sur de Europa. Otro punto de interés del Pirineo oriental lo constituye el Valle de Salazar y Ochagavía, la población más populosa de esta comarca.
El parque de La Taconera
Es el más antiguo, hermoso y emblemático de los parques de Pamplona. Para los más pequeños tiene un pequeño zoo con ciervos, cabras, patos, pavos reales, gallos, etc, que conviven en semilibertad.
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