Palencia

Tierra de viajeros e ilustres

 

 

Palencia es un lugar apacible que podrás recorrer a pie sin ningún problema. Esta tierra, asentada a orillas del río Carrión, esconde una riqueza monumental y artística fuera de lo común.

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Comienza tu andadura por la calle Mayor, su arteria principal. La reconocerás por los magníficos soportales del siglo XIX que la recorren, así como por el «Monumento a la Mujer Palentina», obra de Indalecio López y apodada cariñosamente «La Gorda» entre los locales.

Date cita en esta misma calle, en el número 36, para descubrir el Colegio de Villandrando, un edificio cuya fachada con ventanales al más puro estilo gótico veneciano te dejará sin palabras. Una vez en la Plaza Mayor, aprovecha para contemplar el monumento en honor al gran artista Berruguete desde las terrazas de sus múltiples bares.

Es hora de descubrir la joya de la ciudad: la catedral de San Antolín de Palencia, también apodada la «Bella Desconocida». Su construcción data del siglo XIV y se erige sobre los restos de una cripta visigoda. Maravíllate con una de las catedrales más grandes de España y con el increíble patrimonio cultural de artistas como El Greco o Berruguete que alberga su interior.

Enjoy

La iglesia de San Miguel es otro enclave emblemático si te apasiona la arquitectura histórica. Cuentan que este lugar acogió las nupcias del Cid y Doña Jimena.

Pon el broche de oro a tu paseo monumental en el Cristo del Otero, una espectacular escultura que parece bendecir la ciudad desde las alturas. Puedes acercarte andando, pues está a escasos kilómetros y la recompensa merece la pena: desde este lugar disfrutarás de unas vistas privilegiadas de toda Palencia.

Si vas en verano, pasa un día en el parque del Sotillo, que se ubica en una isla natural del río Carrión. El rincón perfecto para refrescarte en los días más calurosos. 

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No te puedes marchar de tierras palentinas sin probar su cocina. El lechazo churro es sin duda es el plato por antonomasia, pero no te olvides de probar la popular sopa castellana, la menestra palentina o la morcilla de Villada. En esta ciudad cuentas con una gran oferta de mesones donde podrás disfrutar de estos y otros manjares de la zona.

Nadie duda de la belleza del monte palentino. Lo que muchos no saben es que es el área perfecta para recoger setas, un manjar exquisito que se añade a muchos platos típicos del lugar. Si vas en otoño, apúntate a una jornada micológica y disfruta de algo único y diferente. ¿Te animas?