Déjate sorprender
Del 24 al 26 de mayo, no te pierdas la gran fiesta gastronómica de Lleida, El Aplec del Caracol, organizada en torno a la cocina del caracol y que ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y Fiesta Tradicional de Interés Nacional.
Un auténtico banquete para todos los sentidos: toneladas de caracoles cocinados de diversas formas (a la gormanda, a la cazuela, a la lata...), degustaciones abiertas al público y a precio popular, más de cien peñas y decenas de miles de peñistas, espectáculos de todo tipo, charangas, verbenas, exhibiciones de danza y castellers, concursos... ¿Nos vamos?
Lleida desde su origen ha acogido distintas culturas y pueblos que se asentaron en la zona atraídos por su ubicación privilegiada, en una colina en plena vega del río Segre. Fundada en el siglo V a.C por los íberos, fue más tarde ocupada por el Imperio Romano, época en la que obtuvo su nombre: Ilerda.
Es una ciudad plagada de historia y fruto de ello es su patrimonio cultural, como el conjunto monumental de la Seu Vella y el Castillo del Rey - Suda, el Castillo Templario de Gardeny, el Palacio de la Paeria o el conjunto de edificios modernistas.
Sin duda Lleida es un destino con mucho que ofrecerte, así que haz las maletas y prepara tu escapada en tren a Lleida, ¿a qué esperas?
Una parada obligatoria en tu visita a Lleida es la Seu Vella o Catedral Vieja, la joya de la ciudad. De estilo románico gótico comenzó a construirse a principios del siglo XIII sobre una antigua mezquita musulmana.
Destaca por poseer una planta totalmente fuera de los cánones de la época, al estar situado el claustro en la parte frontal del edificio. Su alta torre también llamará tu atención, con sus famosas campanas, Silvestra y Mónica, que datan del siglo XV. Si eres fan de las buenas panorámicas no dudes en asomarte al Baluarte de la Reina, desde donde podrás observar una de las mejores vistas de la ciudad, así que, ¡prepara tu cámara!
Cerca de Lleida, en el alto Pirineo leridano se encuentra el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. Además de ser un espacio natural de alto valor ecológico, posee un rico patrimonio arquitectónico, ya que alberga el conjunto de iglesias románicas de la Vall de Boí, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Esta cadena montañosa alberga también algunas de las mejores estaciones de esquí del país, como Baqueira-Beret, Boí-Taüll, Espot-Esqui, Port del Comte o Port-Ainé, ideal para amantes de la nieve o el turismo de montaña.
Lleida no solo es una ciudad llena de rincones con encanto o edificios históricos, sino que también ofrece buena gastronomía a sus visitantes. Su tradición culinaria siempre ha estado ligada a los productos de calidad locales e incluso los restaurantes de autor apuestan por ellos. Destacan sus varias denominaciones de origen, como la del vino, el queso y la pera.
No te puedes ir sin probar los famosos caracoles a la llauna acompañados de un buen vino de la zona, ¡créeme, repetirás! Los amantes del dulce también encontrarán su hueco, ya que Lleida goza de una gran tradición repostera muy ligada al calendario festivo.
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