Alicante está rodeado de pueblos increíbles, especialmente conocidos por sus playas ideales para un buen chapuzón. Con 320 días de sol al año, tienes la oportunidad de disfrutar de sus calas siempre que quieras. Además de las playas, muchos de estos pueblos tienen un ambiente relajado y encantadoras calles para pasear. También podrás probar la deliciosa gastronomía local. ¿Te animas a visitar estos pueblos? ¡Te van a encantar!
Altea es conocida como "la cúpula del Mediterráneo", un lugar increíble por sus cúpulas azules que adornan la Iglesia del Consuelo, uno de sus principales símbolos. Este es uno de los pueblos más bonitos de la Costa Blanca y tiene unas vistas espectaculares. Sus calles blancas son como un laberinto, llenas de tiendecitas donde puedes descubrir negocios locales y disfrutar de un ambiente auténtico. La playa es otra de sus joyas, con un mar turquesa perfecta para darte un chapuzón y relajarte bajo el sol. Además, Altea tiene bastante vida cultural, con galerías de arte, restaurantes donde probar platos deliciosos y festivales que celebran su historia. Sin duda, es un sitio que merece la pena visitar y explorar a fondo.
Benissa es un pueblo perfecto para visitar porque se combinan playas y montañas de una forma única. La Sierra de Bèrnia, cuenta con rutas de senderismo y unas vistas alucinantes. Si eres más de playas, este pueblo es perfecto porque tiene unas calas tranquilas como La Fustera y Les Bassetes, ideales para disfrutar de aguas cristalinas y hacer snorkel, echar una siesta en la playa, etc.
Su centro histórico tiene calles empedradas y una icónica Catedral de la Marina. Si visitas Benissa un sábado, encontrarás en el centro un mercado con productos deliciosos locales ideales para probar su rica gastronomía.
Moraira es un pequeño pueblo conocido por su emblemática Playa del Portet y la Cala Moraig. Son calas perfectas para disfrutar en familia, con amigos, en pareja o con quien prefieras.
Si te gusta más la arquitectura, no puedes perderte el Castillo de Moraira, una histórica fortificación junto al mar. ¡Vale la pena visitarlo! También te recomendamos hacer la ruta al Cap d’Or, que te llevará a una antigua torre vigía con vistas de todo el litoral. Si eres amante de los deportes marinos, hay un puerto deportivo donde puedes disfrutar del ambiente costero y ver las diferentes embarcaciones.
Castalla se destaca por su impresionante castillo que data del siglo XI y su rica historia que abarca desde asentamientos neolíticos hasta vestigios íberos, romanos y árabes. Pasear por su casco histórico es una experiencia única. Descubre la Iglesia de la Asunción, un hermoso ejemplo de estilo gótico valenciano, y la Ermita de la Sang, que alberga la patrona del pueblo. No te pierdas el Castillo de Castalla, donde las vistas son simplemente espectaculares y puedes aprender sobre su historia a través de visitas guiadas. Si buscas algo diferente, el Laberinto Casa Tápena en Onil es uno de los mayores laberintos vegetales de España, ideal para pasar un rato divertido. Con solo 10.000 habitantes, Castalla es un lugar donde la historia y la naturaleza se entrelazan, perfecto para una escapada llena de descubrimientos.
Villajoyosa, es famosa por sus colores y su rica historia pesquera. Ubicado entre Alicante y Benidorm, este destino costero destaca por sus 15 kilómetros de playas, muchas de ellas con bandera azul, que garantizan una experiencia de calidad. Cada rincón cuenta con un toque de alegría, reflejando la identidad de este lugar. Entre sus imprescindibles se encuentran las famosas casas de colores del paseo marítimo, la Iglesia de la Asunción y el Museo del Chocolate, que celebra una tradición que data del siglo XVII. Sin olvidar su conexión con el mar, donde el puerto y su parte pesquera ofrecen una mirada auténtica a la vida local.
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