Al sur de Navarra y junto al espectacular verdor de la huerta de la Ribera, encontramos una ciudad monumental en la que tanto se disfruta de la buena mesa y de arraigadas tradiciones como del mejor arte contemporáneo. De todo para todos. Próxima estación: Tudela
Comenzamos nuestra visita a Tudela repasando los principales monumentos que ver en esta ciudad, la segunda más importante de Navarra y todo un tesoro por explorar.
El nombre de esta ciudad va asociado indudablemente a su huerta, no en vano las verduras que allí se cultivan se han ganado a pulso la fama que tienen. Su importancia es tal, que en su honor se celebran diversos eventos.
En primavera, las Fiestas de la Verdura homenajean la gastronomía ribera con un sinfín de actividades: talleres de cocina y degustaciones, pero también exposiciones y visitas culturales. Y cuando llega el frío, el Inverdura, una buena oportunidad para degustar las verduras de invierno de las huertas de La Mejana en los menús que los restaurantes de la ciudad ofrecen esos días.
Aunque no podemos hablar de gastronomía tudelana sin hacer referencia a su tomate feo. En este caso sí vale aquello de que la belleza está en el interior, porque este
tomate cargado de imperfecciones tiene un sabor inconfundible que hay que probar, al menos, una vez en la vida.
Si tan rica es Tudela en buenos productos, no lo es menos en tradiciones memorables. Su Bajada del Ángel atrae cada año a un buen número de visitantes que no quieren perderse la representación de la anunciación bíblica, aquí protagonizada por un niño vestido de ángel que, suspendido en el aire, cruza la Plaza Nueva hasta llegar a la Virgen.
Muy conocido también es el desfile de Zipoteros, personaje clave del carnaval tudelano. Ambas citas son una excusa perfecta para acercarse a la ciudad y pasar un día inolvidable.
La gran festividad de Tudela, sin embargo, es la de su patrona. Cada 24 de julio y tras escuchar aquello de “¡Tudelanos! ¡Viva Santa Ana y viva Tudela!”, la ciudad estalla en un grito de alegría y empieza el festejo. La feria taurina, la Gigantada, el baile de la Revoltosa y la gran procesión son los platos fuertes de una fiesta sin igual.
Los tudelanos han sabido combinar la tradición y la vanguardia como nadie. De hecho, los eventos populares que mencionábamos conviven naturalmente con una importante muestra de arte contemporáneo urbano: pasear por la ciudad descubriendo los espectaculares murales de grandes artistas es toda una experiencia. Y cada septiembre, el Festival Avant Garde hace crecer esta colección de obras al aire libre que convierten Tudela en un referente del muralismo urbano.
Navarra es una provincia que merece ser explorada, y nada mejor que tomar Tudela como punto de partida para descubrir sus mejores rincones. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:
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