• La singularidad de una persona, objeto o servicio es aquella cualidad que posee para diferenciarse del resto, confiriéndole un halo de distinción y atracción. Ser único, en cualquier ámbito, conlleva una cierta responsabilidad de haber sido el primero, manteniendo los principios originales y avanzando hacia la excelencia para seguir satisfaciendo a tus seguidores.
  • Este es el caso de la marca comercial AVE, registrada por Renfe en la Oficina Española de Patentes y Marcas desde 1990 y en la Oficina Europa de Propiedad Intelectual desde 1996.

 

¿Qué es el AVE?

El AVE es un servicio comercial de transporte ferroviario de pasajeros prestado por Renfe, en trenes que pueden circular a 300 kph, servicio de cafetería y restauración, y distintos espacios de confort.

Desde su estreno en 1992, el éxito de la marca AVE ha sido tan rotundo que, en 2013 fue reconocida como Embajadora Honoraria de la marca España. AVE, como marca renombrada es una parte esencial del patrimonio intangible de nuestro país y por ello es importante que pongamos en valor su importancia estratégica como activos de competitividad y diferenciación.

Queda claro, por tanto, que AVE, no hay más que uno y es erróneo y lleva a confusión utilizar este término para denominar cualquier otra cosa que no sea el servicio de alta velocidad de Renfe. Un servicio original, diferenciado y con una sensibilidad especial para garantizar la movilidad de millones de personas por todo el territorio.

La liberalización ferroviaria, vigente desde diciembre de 2020, ha comportado que la ciudadanía tenga nuevas opciones a la hora de desplazarse en tren. Para Renfe, constituye una oportunidad para seguir mejorando y reforzar su apuesta de servicio. Porque AVE, no hay más que uno.

 

 

Un importante cambio que mira al futuro pero sin olvidar las raíces iniciales que lo han identificado durante 30 años y que siguen haciendo de AVE un referente mundial.