En numerosas ocasiones, confundimos dos términos relacionados con los servicios ferroviarios como son la velocidad comercial y la velocidad máxima a la que se puede circulación en una línea.

La velocidad comercial es la media de velocidad a la que va un tren entre un origen y un destino. En cambio, la velocidad máxima es aquella, que como su nombre indica, es el máximo de velocidad que un tren puede alcanzar en una línea.

La velocidad máxima queda ‘limitada’ por las condiciones del tren y de la infraestructura, mientras que la velocidad comercial queda ‘limitada’ además de por los factores anteriores por los condicionantes propios de un recorrido en tren, circulación de otros trenes, paradas intermedias o entradas y salidas de las estaciones que se realiza a velocidad reducida. De hecho, en la salida de un tren parte a 0km/h y la llegada a una estación se debe reducir hasta los 0km/h.

En la línea Madrid – Valencia con velocidad máximas de 300 km/h, los trenes Intercity tienen una velocidad comercial de 100km/h y los Alvia de 127km/h. Ese mismo tipo de material, Intercity y Alvia rondan en las diferentes líneas donde presta servicio (líneas que permiten velocidades máximas de 300 km/h) velocidades comerciales de entre 100 km/h y 125 km/h
 

 

En esta primera fase, la nueva línea en Extremadura permite alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h, mientras que la velocidad comercial entre:

o Monfragüe-Plasencia y Cáceres es de 130,4 km/h
o Badajoz - Mérida de 122,5 km/h,
o Madrid-Atocha Cercanías - Badajoz de 106,7 km/h.

En 2018 la velocidad comercial que alcanzaban los trenes entre Badajoz y Mérida era de 98,6 km/h, entre Mérida y Cáceres de 77,14 km/h mientras que la que se alcanzaba entre Cáceres y Monfragüe era a 89.9 km/h. De Monfragüe a Atocha Cercanías la velocidad comercial que alcanzaban los trenes era de 102,3 km/h y de Badajoz a Atocha Cercanías de 90,1 km/h.

Además, las mejoras previstas en la infraestructura permitirán alcanzar mejores velocidades máximas y mejores velocidades comerciales, siempre en un grado inferior las segundas que las primeras.

Finalmente, como ejemplo clarificador de como las paradas intermedias y la coincidencia de circulaciones reducen la velocidad comercial en un recorrido, un tren AVE tardaría lo mismo que un tren de Cercanías en realizar el recorrido Atocha-Chamartín. Trenes con velocidades máximas diferentes, pero con un tiempo de viaje que sería igual.

 

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