Los avances tecnológicos están consiguiendo que el transporte de mercancías por ferrocarril se convierta en un medio más sostenible y competitivo. Con este fin, Renfe Mercancías acomete su proyecto de descarbonización, digitalización y mejora del sistema, al que se han destinado 122,7 millones de euros. Casi un tercio de este montante, 37,3 millones, serán financiados con los fondos Next Generation.
Con esta inversión se adquirirán plataformas y vagones, así como locomotoras eléctricas de gran capacidad de arrastre, impulsadas por energía eléctrica de origen 100% renovable. También se instalarán sistemas de reducción de ruido en vagones, la disposición del sistema de seguridad ERTMS en locomotoras, junto con la incorporación de nuevas tecnologías para la identificación y trazabilidad del material rodante.
En este contexto, se adquirirán 149 vagones con bogies compatibles con los anchos ibéricos y estándar, en una licitación en dos lotes.
El primero incluye 74 vagones porta contenedores de 60 pies tipo SGNSS que deberán fabricarse para una carga máxima por eje de 22,5 toneladas, y una velocidad máxima de circulación de 100 km/h y deberán estar preparados para el uso de Acople Digital Automático.
El segundo estará integrado por 75 vagones porta semirremolques tipo SDGGMRSS, para una carga máxima de 22,5 toneladas por eje y una velocidad máxima de circulación de 100 km/h.
El Consejo de Administración de Renfe ha adjudicado a Stadler Rail la construcción y el mantenimiento, por un periodo de 15 años, de 12 locomotoras eléctricas de gran potencia y ancho estándar. El valor de la adjudicación alcanza los 136,7 millones de euros que se financiarán parcialmente por la Unión Europea, que ha aprobado una subvención para este proyecto de 15 millones de euros en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation.
Renfe prevé destinar las locomotoras contratadas al Corredor Mediterráneo en el que el Administrador de las Infraestructuras Ferroviarias, ADIF, está instalando el Ancho Estándar UIC en la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG), lo que va a suponer el aumento de la longitud máxima de los trenes de mercancías hasta 750 metros.
Las locomotoras de gran potencia permitirán a Renfe Mercancías nuevas oportunidades de crecimiento por la posibilidad de incrementar tráficos nacionales e internacionales, lo que implicará un impacto positivo en la actividad de la compañía.