Gestionar grandes flujos de personas es uno de los retos a los que se enfrentan los núcleos de transporte urbano de cualquier gran ciudad. Gracias a los créditos y ayudas que se enmarcan en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation, Renfe Viajeros está afrontando este problema a través de la implementación de controles de acceso inteligente en estaciones de Cercanías. El proyecto está dotado con 13,2 millones de euros.
Los nuevos sistemas de control permitirán facilitar el tránsito por las estaciones, minimizar el tiempo de acceso y la obtención de billetes, y además se podrán detectar aglomeraciones por encima de los estándares admitidos, de forma que se podrán tomar decisiones en tiempo real y reconducir los flujos de viajeros, incluso modificando la planificación de la frecuencia del paso de trenes.
En el contexto de la digitalización, Renfe adjudicó el contrato para el suministro, instalación y mantenimiento de pantallas multimedia, por un importe de 19,2 millones de euros, asimismo financiado por los fondos Next Generation. Su objetivo es sustituir la información en papel de las estaciones por pantallas, por lo que estará siempre actualizada y se podrá personalizar para cada estación.
En la misma línea el Renfe Smart Security Station (RS3), que cuenta con un presupuesto de 31,7 millones de euros de los fondos Next Generation, para la implementación de sistemas de inteligencia artificial a los equipos de vigilancia de cerca de 500 estaciones.
Este proyecto comenzó a finales del año pasado y está previsto que culmine en 2024. Durante este tiempo se sustituirán más de 5.000 cámaras de seguridad analógicas por cámaras IP, que permitirán compartir la información recogida a través del sistema CCTV en un sistema de videoanalítica integrado.