¿Buscando un destino para este otoño? ¡Te proponemos Girona!
La ciudad luce su mejor cara durante los días otoñales, de hecho, entre finales de octubre y principios de noviembre tienen lugar las Fiestas de Sant Narcís, toda una semana de fiesta en honor al patrón de la ciudad. Unas fiestas populares donde la tradición y la vanguardia se unen ¡Hay sitio para todos! Con un programa con más de 200 actividades, nadie quedará descontento. Desfiles, bailes tradicionales, “castells”, conciertos, mercados, espectáculos… ¡y mucho más! Coincidir con las fiestas puede ser una buena ocasión para conocer mejor la ciudad.
Aunque si buscas tranquilidad, no te preocupes Girona es el sitio ideal. Perderse por sus calles estrechas y medievales, mientras descubres encantadores rincones, te permitirá conocer la esencia de la ciudad.
Los muchos museos de la ciudad, como el Museo de Arte, el Museo de Historia, el Museo del Cine o el Museo de los Judíos, pueden ser un buen refugio de la lluvia o las bajas temperaturas a la vez que una forma única de conocer más sobre Girona. Muchos de ellos ofrecen visitas gratuitas.
Si lo que buscas es naturaleza, este también es tu sitio. En la propia ciudad, puedes encontrar un verdadero oasis como el Parque de la Devesa, que en estos días se tiñe de los colores típicos del otoño. Los alrededores de la ciudad ofrecen rutas de senderismo, para aquellos que busquen deporte y naturaleza, o incluso puedes animarte a buscar setas que abundan en los bosques de la zona.
Así que, no esperes más y compra ya tu billete de AVE y viaja a Girona este noviembre.
¿Conoces Girona? La llamada “Ciudad de los Cuatro Ríos”, por los ríos Ter, Güell, Galligants y Oñar que la atraviesan, es un destino único y muy completo que no deja indiferente a nadie. Se trata de una ciudad plagada de historia que aún conserva gran parte del patrimonio monumental de los diferentes pueblos que la han habitado.
¿Con ganas de visitar esta joya? ¡Sigue leyendo y descubre qué ver en Girona!
Déjate perder por su casco antiguo, uno de lo más peculiares de Europa por la mezcla de las tres culturas: cristiana, judía y musulmana que convivieron durante la Edad Media. El convento de Sant Doménech, el barrio judío y su callejero laberíntico o los Baños Árabes son un ejemplo de ello. ¡Conseguirás viajar a otra época!
Y es que para empezar a conocer la ciudad, te recomendamos que comiences por una de las estampas más bonitas en Girona: las casas del Onyar. Estas casas
cuelgan sobre el río que cruza la ciudad (Onyar) y tras de ellas completan la estampa la Catedral y Sant Feliu.
Por supuesto que no te puedes perder la Catedral de Girona. Una joya arquitectónica que es resultado de diversos estilos superpuestos, aunque de origen románico. Con una ubicación estratégica, destaca su gran nave gótica, la más ancha de la arquitectura medieval europea. La famosa escalinata de la Catedral fue escenario de la serie Juego de Tronos, aunque si eres un verdadero fan reconocerás otros muchos rincones de la ciudad que también sirvieron de decorado. En el interior de la Catedral se conserva una de las joyas textiles del románico catalán, el Tapiz de la Creación, del siglo XI ni más ni menos. Es una de las pocas muestras que quedan de esa época.
Otro de los puntos que no puedes dejar de visitar es El Call, el barrio judío mejor conservado de Europa. Este entramado de calles estrechas y empedradas es el marco perfecto para perderse paseando y por qué no, degustar algunos de sus platos típicos en alguno de sus bares. Además, en esta visita te recomendamos que visites los baños árabes ubicados cerca de la catedral, la muralla o la Pujada de Sant Domènec.
¿Sabías que Girona es conocida como la Florencia catalana?, aunque, créeme, no necesita comparaciones. Al paso del río Onyar por el centro histórico de Girona se agolpan toda una serie de casas coloridas. Los tonos amarillos, ocres, rojos y anaranjandos junto al río son espectaculares, así que, ¡prepara tu cámara!
Consigue la mejor foto desde los varios puentes que cruzan el río. Uno de ellos es el Puente de Peixateries Velles es obra del famoso arquitecto Gustave Eiffel.
Girona posee una ubicación clave, entre la Cordillera Pirenaica y la Costa Brava. Esto no solo permite realizar todo tipo de excursiones desde la ciudad, sino que también ha convertido su cocina en todo un referente internacional. Desde siempre la gastronomía de Girona ha estado ligada a la mezcla de productos del mar y la tierra. Con una cocina de autor cada vez más creciente, nunca ha olvidado sus raíces más tradicionales, así que hay para todos los gustos. No te puedes ir sin probar el xuixo, un pastel dulce de crema y masa frita azucarada. ¡Ideal para los más golosos!
¡Llegar a Girona en tren es muy fácil! Gracias a su privilegiada situación, Girona está a tiro de piedra desde Barcelona y alrededores gracias a los trenes de Rodalies.
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