Ubicada a 75 kilómetros de Santander, Reinosa es una población rodeada de espectaculares montañas y que hace de puerta entre Castilla y Cantabria. ¿Quieres descubrir qué ver en esta villa asentada en las proximidades del nacimiento del gran río Ebro? ¡Sigue leyendo!
El casco viejo de Reinosa es una de las cosas que no te puedes perder en tu visita. Y es que esta pequeña ciudad es uno de los puntos claves para la arquitectura barroca en Cantabria, ya que cuenta con importantes ejemplos de este estilo, como son la iglesia de San Sebastián y la Plaza del Ayuntamiento, dos monumentos históricos claves para la ciudad.
Además, en esta plaza del Ayuntamiento podrás admirar los edificios más antiguos de la villa: unas casonas señoriales de sillería erigidas en los siglos XVI y XVII. ¿Lo más popular? Sus soportales, donde podrás probar el dulce hojaldrado típico de la ciudad, la «pantortilla». Un plan perfecto.
Tampoco te puedes perder sus cuatro colegiatas, sitas en los alrededores, entre las que destaca la de San Pedro de Cervato, llamarán poderosamente tu atención. Y no te olvides de buscar las figuras bajo los alerones del tejado: todas exhiben una temática erótica que sin duda te hará sonreír.
El Teatro Principal, situado al final de la calle Mayor, junto a la Fuente La Aurora, resalta por su fachada y laterales turquesas y sus característicos arcos de medio punto.
A escasos metros se encuentra la Casa de la Niña de Oro, otro edificio emblemático que en la actualidad alberga la oficina de turismo y una sala de exposiciones. Dedica un rato a este monumento y conoce la historia de esta encantadora ciudad.
¿Seguimos nuestro recorrido? A poca distancia te espera el convento de San Francisco y su antiguo cementerio, un lugar de estilo neoclásico que ahora forma parte del Patrimonio Cultural de Cantabria. Después, oxigénate en el parque de los Obeso, que recorre el río Ebro a su paso por Reinosa. Allí aún se conserva el antiguo Molino de San Esteban, hoy reconvertido en un edificio público.
El parque de Cupido es una de las zonas más populares entre los locales. Haz un alto en el camino en uno de sus tantos bares y restaurantes. ¡No te marches sin deleitarte con un buen cocido montañés! Al fin y al cabo, estás en Cantabria.
Reinosa te ofrece un sinfín de actividades al aire libre. ¿Qué te parece un poco de senderismo? Sube hasta el pico Tres Mares a través del impresionante Valle de los Redondos y haz un descanso en el mirador.
Otro plan ineludible es visitar el Parque Natural Saja-Besaya, un enclave de incalculable valor ecológico enmarcado por cascadas, senderos e interminables bosques.
Cambia de aires y escápate hasta el embalse, también conocido como el embalse del Ebro; un inmenso humedal de gran relevancia ornitológica y donde los amantes del windsurf pueden disfrutar de este deporte gracias a los fuertes vientos. Si decides visitar Reinosa en septiembre, podrás disfrutar de las virtudes veraniegas de este entorno y recibir al otoño como se merece.
Apunta, porque a finales de este mes se celebran sus fiestas folklóricas y campurrianas en honor a San Mateo: competiciones deportivas, verbenas, conciertos... ¿Qué mejor forma de adentrarnos en la nueva estación con energías renovadas?
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