Después del ajetreo de las Navidades, muchos buscan un descanso y recargar pilas. Aunque enero no es el mes más popular para viajar, es un momento perfecto para descubrir destinos con menos turistas, precios más bajos y experiencias únicas. ¿Te atreves a viajar en enero? ¡Date el capricho con Renfe!
Siempre es buen momento para darse una vuelta por Bilbao. Descubre el Guggenheim, pasea por el Casco Viejo, disfruta de sus "pintxos" o cruza el Puente Zubizuri. El clima invernal invita a recorrer museos o refugiarse en cafeterías con calma. ¿Te animas?
Ávila es una ciudad histórica que en invierno ofrece una atmósfera única. Sus murallas medievales en enero crean un paisaje inigualable. Visita iglesias, palacios y disfruta de la gastronomía local, como las famosas yemas de Santa Teresa. Una escapada tranquila para amantes de la historia y la cultura. ¡No te arrepentirás!
Enero es ideal para disfrutar de esta ciudad andaluza sin agobios. Sus bodegas, flamenco y tabancos ofrecen experiencias auténticas, además el clima suave del sur permite recorrer el centro histórico de Jerez y acercarse a la costa cercana. Perfecto para relajarse y saborear la esencia andaluza.
Una joya romana que en enero se visita con calma. Recorre el Teatro y Anfiteatro romanos, el Templo de Diana y el Puente Romano sin las multitudes veraniegas. Disfruta de paseos tranquilos y museos que te transportan al pasado. Ideal para viajeros culturales y amantes de la historia. ¿Te imaginas llegar a Mérida, y de camino al hotel encontrarte el Templo de Diana en tu camino?
En enero, Barcelona combina vida cosmopolita con tranquilidad. Pasea por el Barrio Gótico, descubre el modernismo, disfruta de un paseo por sus playas o date un capricho. Sin la masificación turística del verano, la ciudad se aprecia en su versión más auténtica. ¡La ciudad de los mil planes!
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¿Aún no sabías que con Renfe puedes llegar a varias ciudades de Francia? ¡Pues sí! Descubre nuestro AVE Internacional a Francia y viaja al país vecino de manera rápida, cómoda y sostenible.
Lyon es una de las principales ciudades gastronómicas de Francia y donde la historia y lo moderno conviven perfectamente. Su casco antiguo está declarado Patrimonio de la Humanidad y es como viajar al pasado, con callejuelas empedradas que te encantarán. Además, puede hacer frío en enero, pero no serán temperaturas extremas, sino que el tiempo estará de tu lado y te permitirá disfrutar mucho de la ciudad.
Conocida como la joya del Mediterráneo, Marsella es un destino que sorprende en cualquier época del año. Su Vieux-Port y el barrio del Panier ofrecen un recorrido lleno de vida, arte callejero y gastronomía local. La Basílica de Notre-Dame de la Garde, con sus impresionantes vistas al mar, es una parada obligatoria. En invierno, su clima templado invita a disfrutar de paseos relajados por sus calles y calas cercanas. ¡Disfruta de Marsella en tu viaje con Renfe!
Esta ciudad es sinónimo de elegancia y arte y es perfecta para que puedas perderte entre uno de sus mercados tradicionales y calles de ensueño. Durante el mes de enero, las calles de Aix-en-Provence conservan el espíritu acogedor de la Provenza, pero sin el bullicio turístico de plena navidad. Además, su clima también te permitirá poder disfrutar bien de la ciudad puesto que no suelen tener temperaturas muy bajas.
Conocida como la ciudad de los Papas, Avignon es un destino imprescindible para los amantes de la historia y la arquitectura. Su imponente Palacio de los Papas y el famoso puente Saint-Bénézet te transportarán a la época medieval. Además, en invierno su ambiente tranquilo te permite disfrutar de sus rincones sin las multitudes del verano. Sumérgete en su encanto provenzal y descubre por qué este lugar forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
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