Las ruinas romanas y el Festival de Teatro Clásico le han dado la fama. Pero hay mucho más: literatura, certámenes de cine, artesanía de vanguardia que se vende en el Reina Sofía, una gastronomía que mira a los cinco continentes… El foro palpita más cosmopolita que nunca.

 

Texto: Carol López

Una Venus de estética pop, con ‘piercings’, tatuajes y labios rojo y una Afrodita con la bandera del Orgullo LGTBI, miran desafiantes al curioso en la calle José Ramón Mélida del centro de Mérida. Muy cerca de ellas está Ceres, Cronos, Minerva, Fortuna y Mercurio, en el Museo Nacional de Arte Romano. Veinte siglos separan a unos dioses y otros. Las primeras son contemporáneas, obra de los artesanos de Terracota Mérida, los segundos fueron pulidos por unas manos anónimas hace 20 siglos. Las dinámicas del arte hacen posible que los dioses de ayer y de hoy convivan a escasos metros, en la misma calle; esto es un principio vital que en Mérida se retroalimenta en un prodigioso bucle a través de los siglos. Una simbólica confluencia que, como tantas otras en la capital extremeña, permite que acontecimientos que no han coincidido en el tiempo acaben compenetrándose en el espacio. En Mérida el pasado ha escrito un presente efervescente e inquieto.

La “Roma de España” y su agenda cultural

“Las huellas de la historia están vivas en cada rincón, fundiéndose con la Mérida actual”, dice la arqueóloga Trinidad Nogales, directora del Museo Nacional de Arte Romano. “Se habla de Emérita Augusta como la Roma de España, ¿alguien duda de las razones para conocer una ciudad como Roma?”, apunta, animando a visitar Mérida. El Arte, con mayúsculas, ha hecho de acicate para la eclosión de variadas sinergias creativas. Las propuestas de literatura, cine, música, teatro, diseño, gastronomía y cualquier expresión artística imaginable no se agotan. Para todo el que tenga interés en descubrir, experimentar y participar de la cultura, el calendario no pierde el ritmo en ninguna estación del año.

“Es rara la semana que no hay una presentación literaria”, dice Mario Quintana, responsable de la librería La Selva Dentro. “Hay cada vez más escritores noveles y de autoedición sacando pecho y asociaciones alternativas que dan a conocer títulos de temáticas muy variadas, como política, ecología o feminismo”. La Enredadera, De La Luna Libros, La Moderna Editorial, Cuatro Pétalos o Ben Clark –joven escritor de origen británico afincado en Mérida– son nombres de referencia a los que todo apasionado de la literatura debería seguir el rastro. “Para ser una ciudad pequeña, con 59.900 habitantes, la actividad literaria es intensa y muy interesante”, celebra el librero.

El cine es otras de las artes que crece en Mérida. “Este verano se reinaugura el Teatro Cine María Luisa, cerrado desde los años 90”, cuenta con entusiasmo Ángel Briz, director del Festival de Cine Inédito y presidente del Cine Club Fórum. La renovada sala acogerá obras del Festival Internacional de Teatro Clásico (hasta el 21 de agosto) y aporta una pantalla estable más para el séptimo arte que se suma a las del cine Victoria y la de la Filmoteca. “En Mérida se proyecta una película en versión original todos los lunes y jueves del año. Traemos películas de los festivales de Cannes, Sundance, Donostia… Además, celebramos ciclos diversos, el certamen ‘Cine de Escuela’ para los colegios y el Festival Inédito”, enumera Briz. “Contar con el Teatro Cine María Luisa va a permitir deslocalizar la actividad cinematográfica en dos sedes, algo esencial para satisfacer nuestro deseo de acercar el celuloide a todos los cinéfilos de Mérida”.

El Museo Nacional de Arte Romano, obra de Rafael Moneo, es uno de los edificios Patrimonio de la Humanidad del Conjunto Arqueológico de Mérida.

El librero Mario Quintana, dinamizador cultural al frente de la librería La Selva Dentro.

Astroturismo y yoga a orillas del Guadiana

El Puente Romano, de finales del siglo I a. C., atraviesa el río Guadiana a su paso por Mérida.

No es raro encontrar a gente practicando yoga a orillas del Guadiana. Su cauce conecta cada rincón de una ciudad cuyo clima suave permite disfrutar de la naturaleza durante todo el año. El embalse romano de Proserpina y el Parque Natural de Cornalvo son ejemplos del poder de seducción del litoral de interior en una localización aparentemente tan de secano como es Mérida. Pasa igual con su cielo, apenas contaminado, que es un espectáculo, como ponen de manifiesto las Noches de Astroturismo que promueve Mario Quintana. “Cada verano organizo una sesión al aire libre para los clientes de la librería. Salimos al campo, junto al Dolmen de Lácara, plantamos el telescopio y compartimos charlas sobre los astros, mitología y estrellas. Los niños pequeñitos suelen quedarse dormidos, pero la atmósfera que se genera bajo el firmamento es genial”, dice. “No hay pantallas ni móviles, la condición es que estemos a oscuras. Y eso da pie a una relación con la naturaleza muy, muy especial”.

Filántropo y gran dinamizador cultural, Mario está también detrás del festival de cuento infantil Puertas al Bosque, que se celebra en otoño en el Auditorio de las VII Sillas como escaparate para dar a conocer la obra de ilustradores y artistas gráficos emergentes; pero también lidera Gabinete Salvaje, unas jornadas de Humanismo, Historia y Naturaleza que han cumplido su quinta edición. Con ellas busca acercar a las mentes inquietas experiencias gratuitas como un simulador de vuelo, talleres de acuarela de aves y de inmersión sonora en la naturaleza, baños de bosque o una ponencia sobre exploración polar.

Artesanía con aires pop

La arqueología es un poderoso hilo conductor que guía todo lo que ocurre en la ciudad, atreviéndose a explorar el territorio de lo experimental, lo pop y lo contemporáneo. “Nuestro deseo es rediseñar la artesanía extremeña dándole una vuelta de tuerca según las tendencias”, nos dice Juanma Pérez Vinagre, artesano y director creativo de Terracota Mérida. Junto a su hermano Lorenzo es la cabeza de un taller familiar —los Vinagre llevan tres generaciones dedicados al oficio— que reinterpreta la alfarería romana del siglo I y la de principios del XX a golpe de color y dejes vanguardistas. Kandinsky, Pollock o Picasso están entre sus referentes, y sus creaciones se venden en el Museo Reina Sofía. “Mis abuelos cocinaban en barro, nosotros tomábamos el Cola Cao en barro… Está en nuestro ADN. Aprovechando el resurgir de lo artesanal, lo sostenible y lo ecológico queremos impulsar esa tradición que llevamos en las venas”.

El taller de Terracota está en un lugar estratégico, frente al Museo Nacional de Arte Romano. El público que pasa por allí es exigente, moderno, apasionado por el diseño y la moda. “No es una clientela que venga a comprar un souvenir, sino que desea experiencias auténticas”, dice Juanma. Terracota los sorprende con una cerámica disruptiva que surge de un barro que no se achanta ante la innovación. “Soy artesano, pero utilizo la impresora 3D, mimo cada detalle del perfil de Instagram de mi marca y, si me lo piden, me lanzo a crear una colección para el Metaverso”, añade.

Y Mérida suma y sigue: la media maratón, catas y jornadas gastronómicas, el Off (programación alternativa que coincide con el Festival de Teatro Clásico), el festival recreacionista Emérita Lúdica, el Stone & Music o el éxito nacional de bandas como Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, liderada por el emeritense Miguel García, van trufando de planes un calendario cultural insaciable. Además, es de aplaudir que se reutilicen espacios milenarios como el Templo de Diana, el Pórtico del Foro o el acueducto de los Milagros para celebrar estos encuentros, sintonizando la fuerza romana con la contemporánea. “Sin duda es mejor que reunirnos en un campo de fútbol”, bromea Mario Quintana.
 

Juanma P. Vinagre es director creativo de Terracota Mérida. Debajo, su colección Apicivs.

 

El Arco de Trajano, en pleno centro de Mérida. Un vestigio del siglo I integrado en la ciudad.

DÓNDE COMER

 

El Bar Old School Food

Es el proyecto del chef Carlos López y Jara Jiménez, que definen su aventura como “un bar canalla con respeto a la tradición”. Vocación de estilo, calaveras, tatuajes, neones y ‘show cooking’ hacen de El Bar una experiencia 360º. En la carta, desde mollejas a arroces y pescados.

San Salvador, 4. elbaroldschoolfood.com

 

 

 

La Carbonería

Local acogedor y con una carta que presta especial atención a las carnes y pescados a las brasas y al carbón. La Carbonería ha introducido en la restauración de Mérida la tendencia de las largas maduraciones, que trabajan en cortes extremeños, nacionales y del centro de Europa.

Plaza de la Constitución, 4. lacarboneriamerida.es

 

 

 

Agallas Gastro&Food

Será mejor que reserve si no quiere perderse la cocina confortable, sabrosa, colorista, irreverente y viajada de Agallas Gastro&Food. Un proyecto ideado por un equipo joven con ganas de innovar y de sorprender al público con un tapeo diferente. Sabor y ambientazo para probar ajoblanco de pistacho, crujiente de alga nori...

Suárez Somonte, 2. agallasgastrofood.com

 

 

 

Barbarossa

En el edificio recuperado de una antigua casa de vinos, un interiorismo ecléctico con toques de diseño, vegetación y una vistosa cava de vinos definen la atmósfera cosmopolita de Barbarossa.

Su carta se basa en una cocina de mercado, fresca y sencilla, con horno de piedra a la vista.

Plaza de España, 7. barbarossamerida.es



A Mérida se llega desde Madrid en trenes del servicio Alvia que emplean 1 hora y 42 min en el recorrido. También del servicio Intercity, con un tiempo de viaje similar, en trenes de Media Distancia, así como con enlaces de los servicios de Media Distancia y Avant desde Puertollano.

La llegada de la Alta Velocidad a Extremadura ha beneficiado a todos los servicios que ofrece Renfe, tanto a los de Larga Distancia (habrá dos diarios por sentido) como a los de Media Distancia y Regionales. El total de circulaciones desde y hacia Madrid es de 170 semanales.