Todo pasó en Sevilla después del AVE

LA CAPITAL HISPALENSE, TAL Y COMO LA CONOCEMOS HOY, ES EL RESULTADO DE LOS ÚLTIMOS 3.000 AÑOS Y TAMBIÉN DE LOS ÚLTIMOS 30 AÑOS. LA EXPO 92 FUE EL GRAN TRAMPOLÍN: LA CIUDAD SE AMPLIÓ, LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA COMENZÓ A SALPICARLA Y EL RÍO SE DIBUJÓ. Y TODO AQUEL PROCESO HUBIERA SIDO IMPOSIBLE DE CONCEBIR SIN LA LLEGADA DE LA ALTA VELOCIDAD.

Texto: Anabel Vázquez 

“Hablemos del amor todo el rato”, declara el escritor Antonio Agredano, viajero del Ave y nunca en el vagón del silencio. “Lo he cogido más por amor que por trabajo. Espero que se tenga en cuenta eso también en la celebración de sus 30 años. Los trenes de Alta Velocidad no solo han permitido producir, sino mantener vivas relaciones a distancia”, afirma. La historia de amor de Sevilla con el Ave es de largo recorrido; se puede ser rápido y constante. Cruz y Ortiz, los arquitectos diseñadores de la Estación de Sevilla-Santa Justa, recuerdan su primer viaje y “la sorpresa de estar en Córdoba cuando apenas te habías sentado y en Madrid antes de acabar el periódico”.

Lo que ocurre hoy en Sevilla es imposible de concebir sin este tren. En él viajan contratos, ideas y amantes. La Sevilla de hoy es el resultado de los últimos 3.000 años y también de los últimos 30 años. En esta última etapa ha habido hitos que han ido transformándola y proyectándola al futuro. La Expo 92 fue el gran trampolín: aquí todo es a.E y d.E, antes y después de la Expo.

La ciudad se amplió, la arquitectura contemporánea comenzó a salpicarla y el río se volvió a dibujar. Sin ella, no existirían el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, el Parque Magallanes (bendito sea siempre el verde), el mirador de Torre Sevilla desde el que se ve casi hasta Matalascañas, el CaixaForum y el paseo fluvial. Esta zona cose la ciudad para acercar la Isla de la Cartuja a Sevilla y unir las dos orillas. Parece la letra de una bulería. La Expo 92 sirvió, además, de imán para muchos extranjeros. Martina Cam, directora del hotel Coolroom Palacio Villapanés (Santiago, 31) fue una de las personas que vinieron y nunca se fueron. Ella, francesa, pero sevillana de adopción, reconoce el privilegio de trabajar en un hotel espléndido como este. “La belleza alza”, proclama mientras recorre esta casa palacio casi con los ojos cerrados.

Los arquitectos Cruz y Ortiz, diseñadores de la Estación de Santa Justa.

La esfera bioclimática, también conocida como “la bola de la Expo”, (Isla de la Cartuja).

 

Bicicletas y flores en la Alameda 

Más hitos: de 1992, saltamos a 2003, momento en el que comienzan a construirse los 80 kilómetros de carril bici de la ronda histórica. En 2007 llegó el Metrocentro como parte del mismo plan: el de llevar a la capital hispalense adelante en el tiempo. Ambos gestos cambiarían significativamente la silueta de la ciudad y la vida de sus habitantes.

Las bicicletas son el medio de locomoción de la Alameda, donde se encuentra Orangerie Plants (Correduría, 5), una floristería proyectada por el estudio 14.30 que es un lugar de fragante militancia. Su artífice, Juanma González, apuesta por los importadores locales y ha colocado un banco en la calle, donde siempre apetece sentarse a ver pasar la vida. Orangerie es la responsable de las flores que lucen, además, en una de las aperturas recientes más encantadoras, el hotel Plácido y Grata (Monsalves, 4). Este proyecto familiar tiene estilo y un café con un ambiente y unos desayunos estupendos.

 

El puente de La Barqueta.

Las Setas y el secreto del barrio del Porvenir

Cerca de Orangerie están las Setas. Sevilla conoció esta rareza arquitectónica en 2011 y se frotó los ojos. Las críticas duraron, en la ciudad barroca, lo justo, porque pronto se comprobó que el monumento de Jürgen Mayer había llenado el barrio de la Encarnación de nuevas gentes y negocios. Uno de ellos es Caótica (José Gestoso, 8), una librería consolidada como uno de los grandes referentes culturales de la ciudad. Muy cerca está la Alfalfa, donde se concentra un gran foco de creatividad contemporánea. Allí, en un edificio del famoso arquitecto Aníbal González Fernández-Ossorio, también se sitúa Más Cara que Espalda, un estudio y galería de arte. Su factótum, el artista Jaime Barre, dice: “Para mí, el Ave es un autobús largo”.

Cerca encontramos Matriusca, un estudio de creación de contenido que desarrolla proyectos tanto en Sevilla como en Madrid. Su artífice, Antonio Bellido, reconoce que el Ave es comodidad y oportunidades: “Si necesito aire, cojo un tren y me voy a Madrid”, declara este fotógrafo. El centro es el gran imán, pero los habitantes se aferran a los barrios y te piden, por favor, que no hables del Porvenir para que no se llene de turistas. Allí está Sobretablas (Colombia, 7), uno de los templos gastro de la ciudad pero... sshhhh, silencio, aquí nadie ha dicho nada.

Las Setas de Sevilla, diseñadas por Jürgen Mayer y también conocidas como Metropol Parasol.

El símbolo de la estación de Santa Justa

La recuperación de edificios y espacios públicos es clave en la sostenibilidad de Sevilla. Uno de esos proyectos está en las Atarazanas, el astillero medieval más grande de España, que está siendo convertido en centro cultural por el arquitecto Vázquez Consuegra. La ciudad lo espera. Mientras tanto, Sevilla sigue abriéndose y esto se materializa en las cocinas.

Hace una década era impensable que un restaurante coreano creciese en Sevilla, y esto le ha ocurrido al pionero Moon (Av. de Menéndez Pelayo, 8), que se ha ampliado con Danbam Bar (Julio César, 10), acercando la comida callejera asiática a la ciudad. Además, continúan inaugurándose hoteles: Soho Boutique Catedral, Petit Palace Vargas y el próximo año abrirá Only You, junto a la Estación de Sevilla-Santa Justa, donde pronto llegará el Metrocentro. Cruz y Ortiz eran conscientes, durante la construcción de esta estación que que “iba a significar un cambio de la máxima importancia, pero el mayor cambio se produjo con la llegada del Ave, que fue una decisión adoptada en mitad del proceso”, aseguran.

Precisamente de Santa Justa parten los trenes que, un día, condujo el padre de Irene Infantes. Esta artista que trabaja entre Sevilla y el resto del mundo recuerda: “Mi padre traía a casa las revistas que los pasajeros se dejaban y aquello me abrió un campo de diversión. Vi que debajo de cada objeto, de cada obra de arte, había un nombre”. Reconoce que muchos de sus diseños han nacido en el tren, donde se siente “segura, como en una burbuja”. Lo dicho, una historia de amor de libro.

 

La Torre Sevilla, inaugurada en 2015, se trata del primer rascacielos de la ciudad.

DÓNDE COMER Y DORMIR

 

Radisson Collection Hotel Magdalena Plaza

Un hotel puede revitalizar una plaza y este lo ha hecho con la de la Magdalena. Es confortable (ojo a sus duchas), y está lleno de espacios de disfrute como la azotea con piscina, el restaurante Justa Rufina y su bar Calíope. Gracias a este proyecto ha vuelto la vida a esta zona del centro.

Plaza de la Magdalena, 1.

 

Eneko Basque

A Sevilla le cuesta, porque la cocina tradicional es rica, pero cada vez apuesta más por otras cocinas. A Eneko Atxa se le ha recibido con ganas dentro del hotel Radisson Collection por desmarcarse de lo que se encuentra en la ciudad. Mucha atención a su coliflor asada.

Plaza de la Magdalena, 1.

 

Real Casa de la Moneda

Tras 20 años cerrado, vuelve a estar activo en a la ciudad un edificio emblemático y lo hace en forma de diez apartamentos decorados por Mónica Benjumea, llenos de flores frescas y armonía. Aquí llega quien busca cultura y valora dónde duerme. Las terrazas que miran a la Giralda son memorables.

Habana, s/n.
 

 

Casa Aníbal

He aquí otro edificio de Aníbal González, “el arquitecto de Sevilla”, que ha revivido. Situado en el borde del puente de Triana, aquí se encontraba la Asociación Sevillana de la Caridad y hoy ha abierto un restaurante y escuela de hostelería. Una cocina que actualiza el regionalismo.

Reyes Católicos, 22.
 

Sevilla es una de las ciudades españolas que cuenta con un elevado número de servicios de Alta Velocidad. El Ave circula en la relación Madrid-Sevilla con trenes directos o que realizan paradas en Córdoba, Puertollano y Ciudad Real. También son servicios Ave los que enlazan la capital andaluza con Barcelona en apenas seis horas de viaje con parada en todas las estaciones del recorrido. También Cádiz y Huelva enlazan con Sevilla gracias a los servicios Alvia y se ofrecen frecuencias Avant, Media Distancia de Alta Velocidad, para viajar de Sevilla a Córdoba y a Málaga. Sevilla es también destino para los viajeros de Algeciras que utilizan el servicio Intercity.