València, capital de la creatividad 

VALÈNCIA ES LA SEDE DEL WORLD DESIGN CAPITAL 2022 (CAPITAL MUNDIAL DEL DISEÑO 2022), EL EVENTO QUE LA ESTÁ TRANSFORMANDO CON SUS MÁS DE 100 ACTOS PROGRAMADOS Y QUE PREVÉ ATRAER A MÁS DE DOS MILLONES DE TURISTAS.

Texto: Toni Torrecillas

“Hemos tenido una idea banalizada de lo que era València, el ruido no dejaba ver lo que somos por encima de la fiesta y el barroquismo. Siempre ha sido una mezcla entre lo local y lo global, entre la cultura y el ocio, una ciudad con un clima privilegiado entre el mar y la montaña que nos permite vivir de una forma más pausada”, comienza Adrián Salvador Candela, sobre el momento en el que se anunció que València sería la sede del World Design Capital 2022 (Capital Mundial del Diseño 2022), el evento que la está transformando con sus más de 100 actos programados y que prevé atraer a más de dos millones de turistas. Entre ellos, ha estado los últimos premios Goya o la entrega de las estrellas Michelin, el próximo mes de diciembre, que llegan en esta ocasión a las proximidades de L’Albufera.

Candela –el talento detrás de Studio Savage, espacio multidisciplinar del que surge su firma ropa sostenible y minimalista, además del primer máster en Artesanía Contemporánea Barreiro Arte + Diseño– es un representante más de una generación que proyecta su tradición hacia el futuro. También están Ovidi Benet y su toque arty (suyas son las alfombras ópticas de la firma BSB o sets en los que fotografía a la cantante Nathy Peluso); Clap Studio, capaces de intervenir el Velas i Vents de David Chipperfield o firmar tumbonas para Gandía Blasco; Lebrel, que reinventa la ebanistería; o Sara Sorribes, trabajadora del vidrio y colaboradora de los muebles con base de forja de Cristina Omarrementería. Una nueva hornada precedida de estrellas como Jaime Hayón o Inma Bermúdez, además de los veteranos Francis Montesinos o Javier Mariscal, a quienes se dedicará respectivamente dos documentales, Las otras caras del mito y L´alegria de viure.

“Queremos sacar el diseño del entorno endogámico en el que estaba y generar un relato que apele a toda la sociedad. Posicionarlo como herramienta de transformación capaz de mejorar la calidad de la vida y potenciar la economía”, explica Xavi Calvo, director de la edición, una reconquista del espacio que ocupó la ciudad en este ámbito hasta los noventa, cuando se medía con el Salone de Milán.

El Parque de Cabecera, uno de los pulmones de la ciudad del Túria.

 

Adrián Salvador Candela es artífice del Studio Savage.

 

Así me gusta a mí

¿La intelectualidad y la ruta del bakalao juntos? Sí, por algo existe el concepto “cultura de club” y la ciutat tuvo mucho que decir sobre la música techno y la arquitectura de las macrodiscotecas. De ahí que el Institut Valencià d’Art Modern presente en marzo Ruta gráfica. El diseño del sonido de València, una muestra de la cartelería y merchandising que acompañó toda una época. Con el remember (como se llama en las pistas a los temas de décadas anteriores) de Spook o Barraka de fondo, para aligerar el paso, es momento de redescubrir los nuevos viejos monumentos urbanos.

 

De crear bombas hidráulicas a crear arte: esa es la evolución del Centre d’Art Bombas Gens, que acoge la colección de la Fundació Per Amor a l’Art de José Luis Soler.

 

Un mapa del diseño entre rascacielos y azulejos

València es la ciudad de los 15 minutos, la medida de distancia que separa a pie un punto de interés de otro. Por ejemplo, lo que va del modernista Mercat Central, donde Ricard Camarena tiene una barra, hasta el restaurante del chef Quique D`Acosta en las instalaciones de Bombas Gens, un gigantesco hangar de ladrillo rojo en el que se fabricaron bombas hidráulicas, rehabilitado por Eduardo de Miguel, ampliado por Ramón Esteve y que, entre sus chimeneas, acoge imágenes de Nobuyoshi Araki, Mapplethorpe o una instalación de la donostiarra Cristina Iglesias.

Estos espacios forman parte del Mapa del Disseny, una cartografía de los iconos para volver a apreciar rincones a los que los valencianos se habían acostumbrado, como la Torre Ripalda, conocida como la Pagoda, un rascacielos levantado a principios de los 70 por Antonio Escario, José Antonio Vidal y José Vives con una fachada de azulejos que cambian de color con la luz y que se levantó sobre el Palacio Ripalda. O descubrir otros nuevos, como el Teatre el Musical, de Víctor Gosálvez, que forma parte del resurgimiento del Cabanyal.

Bajando en la parada de metro de Godella está Espai Alfaro. Cuatro edificaciones que ocupan 7.000 m2, que nacieron con el taller del escultor Andreu Alfaro y que hoy es centro de expresión creativa con el edificio que albergaría la Colección de Objetos Cotidianos Alfaro Hofmann, una enorme biblioteca o la plaza poblada de grandes esculturas. “Y el taller transformado en aula donde impartimos un máster en arquitectura y diseño. Sobre él mismo hemos podido ubicar nuestro estudio”, cuenta el arquitecto e inquilino Fran Silvestre.

 

La Ciutat de les Arts i les Ciències fue la primera pista de la evolución arquitectónica de la ciudad en el siglo XX.

Raquel Vidal y Pedro Paz son Canoa.Lab, un dúo cuyos jarrones parecen rescatados de la costa valenciana.

Jarrones, cántaros y hallazgos arqueológicos

València es la capital de la cerámica, no solo por sus azulejos. Aquí, los autores que trabajan el barro luchan porque se les valore como es debido. “No es un arte menor”, exclama Ana Illueca. “En el siglo XIV, nuestros alfareros recibían encargos de reyes y papas. En el XV, Manises exportaba loza dorada a toda Europa, Rusia o Egipto. Y en el XIX empezamos la industrialización con talleres como los de Alcor”, indica. Esto le llevó a crear ADN Cerámico, plataforma que busca promover a los mejores autores que trabajan el barro. “Queremos crear símbolos positivos de nuestra región, para generar autoestima colectiva”, explica. Poco a poco han dado el salto a galerías de arte, junto a compañeros como Cuit, DoManises o los internacionales Canoa.Lab, presentes en salas de Nueva York o Singapur, donde muestran jarrones y cántaros que parecen hallazgos arqueológicos del fondo del Mediterráneo. “Nuestro proyecto no existiría sin las sociedades que han sido bañadas por este mar. Las formas, las superficies y los colores de nuestras piezas son reflejo de esos siglos que nos anteceden, de esas culturas que han entendido el barro como materia para contar historias”. Aquí, el pasado es una valiosa herramienta para la modernidad.


 

RESTAURANTES Y HOTELES

 

La Sastrería

El Cabanyal ha eclosionado y es aquí donde una poderosa y nueva cocina valenciana está ofreciendo nuevas propuestas. Este restaurante es un buen ejemplo, con sofisticados platos populares y una decoración de la mano del estudio Masquespacio: cuyos azulejos esmaltados y sillas de plástico homenajean a los vecinos que salen a tomar la fresca.

Josep Benlliure, 42.

 

 

Central Bar

En el mercado modernista más grande de Europa, entre puestos de frutas y tapas está la barra de Ricard Camarena, el Central Bar, rematado por Francesc Rifé. El kilómetro cero no puede ser más real, material fresco de los negocios vecinos con el que preparan sus bravas Lourdes Luz, además de croquetas y bocadillos para alegrar el almuerzo.

Plaça Ciutat de Bruges, s/n.

 

 

Bodega Anyora

¿Como sería una barraca moderna? Exactamente como este local repleto de ilustraciones de Javier Pastor, paredes de cal y sillas de enea. Y a los fogones, carnes ecológicas acompañadas de figatell o cocas de aceite maridadas con vinos ecológicos. Otra muestra del reflote del poblado marítimo.

Vicent Gallart, 15.

 

 

Hotel Only You

El antiguo Astoria Palace revive convertido en el primer hotel fuera de Madrid de la cadena. Lázaro Rosa-Violán ha recreado la gama cromática mediterránea sacada de los cuadros de Sorolla en las 191 habitaciones del cinco estrellas, que adereza con guiños a la artesanía valenciana como la cerámica de Manises o las baldosas hidráulicas.

Plaça de Rodrigo Botet, 5.

 

TIENDAS

 

Poppyns

“Sin prisas”, debería avisar la entrada de este espacio de decoración, tecnología, libros o moda que incluye firmas como Veja, Laagam, The Nude Label, Blackie Books, On Tour o Après Ski. Además de una cafetería, sala de exposiciones, y si para quien no quiera trabajar en casa, un coworking. Porque sus 800 m2 dan para todo.

Isabel la Catòlica, 21.

 

 

Simple

Una vuelta a la casa de nuestros abuelos: así se presenta este espacio repleto de piezas de barro, vidrio a mano, pero también de esparto y mimbre o deliciosas conservas. Productos artesanos de talleres españoles que provocan placer sensorial solo con mirarlos.                                                

Palau, 5.

 

 

Cuadernos Rubio

La vida va más allá de la pantalla del móvil, y la generación que crecimos con estos cuadernos lo sabemos. En su primera tienda también hay espacio para los adultos, con ediciones para aprender caligrafía creativa, pasatiempos y acuarelas. Todo pinta mucho aquí.

Sorní, 9.

 

 

Floristería Absoluta Flora

Decoración botánica, eso es lo que ofrecen. “Todo comienza con una flor” es el lema de sus fundadores Eduardo Gutiérrez y Josep Artés, que, junto a plantas decorativas, ofrecen asesoramiento y piezas excepcionales, como las cerámicas de Guille García-Hoz.

Murillo, 44.

 

Los trenes del servicio Avlo, que se acaba de implantar entre Madrid y València, tres por sentido, se suman a los del servicio Ave que enlazan ambas capitales, lo que supone un total de 27 circulaciones diarias que emplean hora y media en el recorrido. Desde Barcelona, Renfe ofrece trenes del servicio Euromed para llegar a València que realizan parada en Tarragona y Castellón. Además, la capital del Turia tiene tren Alvia directo a Valladolid y Asturias.