Zaragoza se reencuentra con Francisco de Goya

Festejar el 275 aniversario del nacimiento del pintor sirve para comprobar que su legado está muy presente todavía en la ciudad que le vio crecer y convertirse en un creador universal.

Texto: Armando Cerra. Fotos: Toni Galán

 

José Goya y Gracia Lucientes vivían cerca del Coso Alto. Ahí habían nacido sus tres hijos y esperaban otro para la primavera. Su hogar se les quedaba pequeño, así que emprendieron una reform y se fueron a la casa familiar de la mujer en Fuendetodos hasta que terminaran las obras. En este pequeño pueblo nacería, finalmente, Francisco José de Goya y Lucientes, el 30 de marzo de 1746, el que sería el más grande de los pintores españoles del siglo XVIII. Se han cumplido 275 años de aquello, y se ha celebrado por todo lo alto en esta localidad que hoy no supera los 150 habitantes. También en Zaragoza, adonde retornó la familia cuando el pequeño Francisco contaba solo unas semanas de vida. En la capital creció y se educó en las Escuelas Pías, todavía ubicadas en el mismo lugar, pero de la que solo queda la iglesia y el patio. Para los zaragozanos es como si Goya nunca hubiese salido de esas aulas, de sus calles, de su memoria.

Exterior de la iglesia de San Pablo, que acoge obras del padre de Goya.

 

Una mudanza interminable

Siendo un adolescente, Francisco de Goya optó por no trabajar con su padre, un artesano especializado en dorar figuras religiosas, como las que aún brillan en la iglesia de San Pablo. José no logró que su hijo siguiera sus pasos, pero sí medió para que entrara como discípulo de José Luzán, un reputado pintor local. Una decisión quizá no muy acertada para la economía familiar, pues a todos les hubiera venido bien otra mano en el taller de doradores. Empezó entonces a escasear el dinero para pagar las dichosas obras de la casa y la vida de los Goya y Lucientes comenzó a dar tumbos: “Hasta que no pueden pagar el préstamo y tuvieron que dejar ese primer hogar en 1757”, cuenta José Luis Ona, arqueólogo e historiador que ha rastreado los pasos del pintor en Zaragoza. A partir de entonces, el joven Francisco “vivirá siempre de alquiler con su familia hasta su traslado a Madrid en 1775”. Y ese vivir arrendado acarreó mudanzas continuas. “Se han documentado al menos nueve casas donde vivió, solo entre 1760 y 1765”. Y después hubo alguna más, “aunque solo se mantiene en pie la del número cuatro de la Plaza de San Miguel”. Una casa que dejó para concluir su formación pictórica en Italia.

 

 

En el país mediterráneo estuvo dos años, sin pensión alguna pero con la libertad de no rendir cuentas a nadie, “acumuló un bagaje visual que le acompañó siempre, máxime teniendo en cuenta una cualidad que sospecho que tuvo muy agudizada: la memoria visual”, explica José Ignacio Calvo Ruata, Director del Centro de Investigación y Documentación de la Fundación Goya en Aragón.

Esta institución, que vela por la investigación y la difusión de la obra del pintor, con motivo del aniversario ha organizado varias actividades que van desde un itinerario virtual por localidades vinculadas con el pintor a la edición de un cortometraje animado Me puedes llamar Goya. Desde diciembre de este año hasta marzo de 2022, además, tiene preparada  “una magna exposición en el Museo de Zaragoza: Goya, el artista en el Grand Tour; una muestra ambiciosa que plasma su actividad, los contactos y relaciones personales que tejió en Italia”, concluye Calvo Ruata.

Los ‘goyas’ de Zaragoza

Si Goya está unido vitalmente a la capital aragonesa, también parte de su obra ha recalado en la ciudad. El Museo de Zaragoza, que rediseñó sus salas del pintor este año, disfruta de buenos retratos, algunos oficiales como los de Carlos IV o Fernando VII, y otros más íntimos y personales como las efigies en miniatura de su hijo Javier y su nuera Gumersinda Goicoechea en el día de su boda. Pero hay más goyas a descubrir en Zaragoza, como el retrato del Arzobispo Joaquín Company en el Alma Mater Museum, situado a escasos metros de la Basílica del Pilar.

Precisamente es en este templo donde los expertos sitúan el inicio de su consagración como pintor. Siendo veinteañero, a su regreso de Italia, recibió el encargo de pintar una bóveda vecina a la Santa Capilla del Pilar, 'Adoración del nombre de Dios', una escena muy del gusto de la época. Este trabajo y otros repartidos por la provincia fueron el empujón para su aventura en la corte madrileña. Años después, entre 1780 y 1781, regresaría al Pilar para decorar la Regina Martyrum. Aquí aplicó su moderna pincelada, que se calificó de boceto sin acabar; la crítica fue brutal y el disgusto del artista enorme. Sin embargo, ahora el templo pilarista presume de una de las mejores cúpulas de Goya, y muchos visitantes entran a la basílica con la sola intención de contemplarla.

Tras este trabajo, Goya aún no era un genio incontestable. Eso llegó después, al lograr total libertad creativa en las obras maestras que todo el mundo conoce, y que alcanza las cotas más altas de lirismo, drama u osadía en sus grabados. El Museo Goya de la Fundación Ibercaja es el único lugar que los muestra íntegros. Desde los primeros replicando obras de Velázquez, hasta los últimos de tema taurino. Parte de sus imágenes de Tauromaquia se inspiraron en toreros aragoneses y en la Plaza de Toros de la Misericordia que vio construir durante su juventud.

 

Las salas de Goya en el Museo de Zaragoza (izda.) se han renovado para celebrar el aniversario del artista. A la derecha, una de las exposiciones urbanas que acoge Zaragoza este año.

 

Esculturas y una obra inspirada en su vida

Zaragoza también fue una inspiración para él, como ocurre en 'Los Desastres de la Guerra'. Gervasio Sánchez, fotoperiodista curtido en conflictos bélicos de medio mundo no cesa de homenajearle. “Goya aprovechó la retirada francesa después del primer sitio para viajar a Zaragoza en 1808 invitado por el general Palafox”. Entonces el pintor ya era una persona sorda y de edad avanzada, sin embargo se lanzó a recorrer los campos de batalla de la Guerra de Independencia. Ver Zaragoza devastada le produjo tanto dolor como reflexión.

“Nadie, ni antes ni después, ha mostrado los horrores de la guerra con tan escalofriante dramatismo ni se ha implicado con tanta lucidez en comprender la gran pasión del hombre por causar el daño y la muerte. Llevo 36 años viendo las escenas más escabrosas. Pero nunca, ni yo ni ninguno de mis compañeros, hemos conseguido retratar los horrores de la guerra con tanta fuerza visual”, explica Sánchez. Muchas crónicas del fotoperiodista para Heraldo de Aragón se encabezan con grabados goyescos.

         Gervasio Sánchez, periodista y corresponsal, en la plaza de los Sitios.

Goya es un pintor que no deja de inspirar. Los ejemplos son evidentes en este 275 aniversario, como las reinterpretaciones de su figura en forma de escultura de artistas actuales que se reparten por la ciudad.

También en el teatro, con Los disparates de Goya, dirigido por Sergio Muro, un activo creador, gestor cultural y docente, que ideó un singular homenaje “basado en una de sus etapas más creativas y subversivas, pero que, a la vez, puede ser cercana al público, extrapolable a la sociedad actual”. Es un montaje arriesgado “con música y pintura en directo, divertido, multidisciplinar y expresionista”. Tanto que Muro sueña con llevarlo “al Prado y acabar la gira en Burdeos”. Goya murió allí en 1828; los homenajes se repetirán.

Creadores contemporáneos han reinterpretado la figura de Goya, como el artista Ignacio Mayayo.  

Sergio Muro ha homenajeado al pintor con su inclasificable espectáculo 'Los Disparates de Goya'.

Absinthium

Descubrir el ritual que hay detrás de la absenta es buena excusa para entrar al Sherry Bar de este restaurante en el primer piso del Hotel Oriente. Y tras este licor, toca darse un festín gastronómico con toques sofisticados y espíritu sencillo. Sin dogmas y con mucha calidad. 

Del Coso, 11. absinthium.es

Cancook

La pretensión de este restaurante situado en el barrio de la Romareda es muy sencilla: no dejar a nadie indiferente. Y lo consiguen gracias a su rabiosa propuesta creativa. Impacta a clientes y críticos, de ahí los galardones de su fachada, donde brilla una estrella Michelin.

Juan II de Aragón, 5. cancookrestaurant.com

 

Origen 1952

Osadía y frescura en este establecimiento abierto en verano de 2021. Osadía en su singular propuesta donde tiene lo cabida lo oriental, lo italiano y sobre todo lo local, basando su carta en la rica huerta del Ebro y en productos donde lo ibérico destaca. Goya también mezclaba diferentes técnicas...

Paseo de la Constitución, 6. origen1952.com

Montal

Una tienda gourmet, un patio renacentista convertido en restaurante, un museo en la bodega del palacete, una animada terraza en una plaza imprescindible del casco viejo. Eso y más es la propuesta de la cuarta generación de la familia Montal al frente de este establecimiento centenario.

Torre Nueva, 29. montal.es

Zaragoza es una de las ciudades mejor conectadas en tren de España.  En Ave, con numerosos trenes diarios, se sitúa a 1 hora y 15 minutos de Madrid y Barcelona. Cuenta además con trenes directos desde Pamplona, Huesca, San Sebastián, Valladolid, Sevilla, Valencia, Gijón, Vigo o  Marsella, entre otros.