Más allá de su faceta más nocturna, existe una Gràcia tranquila, peatonal y familiar que atrae a amantes del diseño, la moda, el arte y la arquitectura.’

 

Llibertat, 7.

Casa Atlântica

Esta pequeña embajada de lo atlántico, comandada por Lester y Belén, selecciona productos de nuestros vecinos portugueses. El mimbre, el barro o la madera están presentes en objetos humildes, útiles, sostenibles, ingeniosos e imperfectos. Ocasionalmente trabajan con artesanos como Álvaro Leiro (colaborador de Loewe), Idoia Cuesta o Juan Manuel Marcilla. Los superventas de la casa: los maceteros, las golondrinas de cerámica y las lámparas de terracota. La elección de materiales humildes responde a un espíritu desacelerado y una vida sencilla.

casaatlantica.es

 

 

Bonavista, 6.

Ago Store

Una de las calles más vivas de Gràcia tiene en este espacio de interiorismo un oasis de tranquilidad y silencio. Solo rompe la calma Ago, el terrier simpatiquísimo que da nombre a la tienda. El italiano Federico Crocella agrupa, en una apuesta instintiva por el tacto y el buen gusto discreto, antigüedades de Europa y Asia. Una antología de muebles, vasijas, cristalería (diseñada por el mismo Federico), textiles y objetos curiosos que escapan de modas vulgares. Las piezas recuperadas, restauradas y reinventadas son un manifiesto por la sostenibilidad.

agostore.com

 

 

Carolines, 20.

Casa Vicens

Gaudí apenas había cumplido los 30 cuando ideó en 1883 esta residencia particular con influencias islámicas y orientales. El arquitecto empleó azulejo cerámico, prestó especial atención al jardín y se obsesionó con su iluminación y ventilación. El rincón más familiar es la tribuna situada junto al salón, abierta a la vegetación por unas celosías de madera. Esta casa modernista, considerada la primera gran obra de Gaudí, se restauró al público en 2017. Recuperaron las policromías originales y abrieron el edificio a los barceloneses.

casavicens.org

 

 

Bonavista, 2.

Boo

Esta boutique de ropa masculina, capitaneada por Álex González, apuesta por una mezcla interesante de marcas emergentes y firmas históricas, como las Boinas Elósegui, con 160 años de experiencia; la marinera Le Mont Saint Michel, que pronto será centenaria; la portuguesa Musgo Real, que sigue presente en muchas casas del país; o los normandos Saint James, de 1889. También creen en el joven talento local, como Steve Mono o Hemen. González defiende la calidad atemporal, la confección en pequeños talleres y la historia detrás de cada firma.

boobcn.com

 

Al barrio barcelonés de Gràcia se puede llegar en los trenes de Rodalies de las líneas R2, R11, R13, R14, R15, R16 y R17 Rodalies que llegan a la estación de Sants-Passeig de Gràcia.