La arteria que recorre Barcelona de punta a punta es bulliciosa y señorial. En su tramo céntrico, la avenida Diagonal une exclusividad y recogimiento.

Texto: Marta Domínguez

 

Avenida Diagonal, 594.

Aesop

Cada tienda de la icónica marca australiana quiere ser parte del barrio donde aterriza, y no hay mejor modo de integrarse en el distrito que con un interiorismo que cuente una historia local. Mesura Studio contactó a la familia de maestros canteros Barbany, con más de un siglo de experiencia en edificios y monumentos. Les pidieron restos de roca de demoliciones. Setenta y ocho fragmentos de piedra de Montjuïc, extraída de la montaña homónima, acabaron en la nueva boutique. El resultado es un puzzle neoclásico, una arqueología del azar que ha dado una nueva vida a piezas que dormían olvidadas.

aesop.com
 

 

Còrsega, 289.

Hotel Ohla Eixample Barcelona

Madera, silencio y jardín. Este hotel urbano huye de la algarabía y propone rincones calmados que propician la charla. El chef Fran López desarrolla la cocina marinera del Delta de l’Ebre en una propuesta gastronómica reconocida con una estrella Michelin desde 2016, y certificación kosher. La piscina de la terraza —desde allí se ven las manzanas del Eixample ideado por Ildefons Cerdà— está abierta todo el año. Y un detalle sutil de culto a la belleza: el prestigioso ceramista Antoni Cumella grabó en el gran mural cerámico de la planta baja una textura basada en Las cuatro estaciones de Vivaldi reinterpretadas por Max Richter.

ohlaeixample.com
 

 

Aribau, 226.

Juno House Club

Este club privado fue fundado por Natalia Batlle, Liana Grieg y Eva Vila-Massanas como un sistema de apoyo entre profesionales y madres de todas las edades y orígenes. Su objetivo fue dar forma a un espacio de encuentro creado por mujeres para mujeres, donde importan la vocación, la salud, la psicología, la nutrición y la conciliación familiar. El rediseño de BCA Arquitectura y The Room Studio luce en las diferentes plantas del edificio histórico (una antigua fábrica de harina de 1.400 m2) en el que se pueden hacer reuniones laborales, una clase de yoga, defensa personal o barre, o un desayuno en el Juno Café.

junohouseclub.com
 

 

París, 186.

Slow Barcelona

En esta legendaria coctelería barcelonesa, con Francesc Bretau y su equipo al frente, tienen combinados que rinden homenaje a cuadros del Bosco, Goya o Caravaggio (este último, por ejemplo, con ginebra, lima, soda y absenta). Las influencias de la carta de bebidas van de la elegante vieja Europa hasta el Caribe o la Polinesia kitsch. También se puede improvisar y pedir un cóctel a medida, con alcohol o —cada vez más habitual— sin él. Bretau es uno de esos bartenders a la vieja usanza, observador y discretísimo, forjado en Bocaccio, Maddox, Zeleste, Mirablau o el Ritz. El Slow acoge catas y conciertos nocturnos los viernes y sábados.

slowbarcelona.es
 

 

Un histórico barrio Gòtic alejado del ajetreo turístico sigue apostando por el arte y una gastronomía enmarcada en espacios de tradición modernista.

Texto: Marta Domínguez

 

Ronda Sant Pere, 32.

Babou

Dalí no podía pasear a un perro, como todo el mundo. Su mascota era Babou, un ocelote con garras que ponían en guardia a los acompañantes del artista. En el restaurante Babou, alojado dentro del céntrico hotel Vincci Gala, no hay peligro alguno. El chef Gerardo Califano ha imaginado en la carta un encuentro de España e Italia, como en la ‘esqueixada’ de bacalao a la putanesca o el ‘risotto’ con carrillera. El espacio nace de la remodelación de un edificio neoclásico de finales del siglo XIX; el interiorismo de Alejandra Pombo y las actuaciones musicales en directo acompañan al comensal.

babourestaurant.com

 

 

Trafalgar, 34.

Museo Banksy

No hace falta presentar a Banksy debido a la fama global que precede a este artista anónimo, provocador y callejero. Mantenerse en un perfil tan bajo en plena era de la sobreexposición es un mérito indudable. En esta muestra inmersiva, distribuida en 2000m2, encontramos 130 obras que reflexionan sobre la crueldad contemporánea, el absurdo del sistema turbocapitalista y la belleza de lo cotidiano. De Banksy se sabe que nació en Bristol alrededor de 1970, y que se ríe a gusto de la especulación del mercado del arte, del que forma parte involuntaria. El espacio se adapta a la muy reconocible escenografía urbana del arte callejero.

museobanksy.es

 

 

Sant Pere Més Alt, 48.

Matiz

Ivonne Parra y Juan Ramírez son los galeristas al frente de un espacio familiar atento al presente del arte. Ella, colombiana, cambió la ingeniería por esta disciplina, especializándose en abstracción contemporánea de Europa y América Latina. Representan a autores como Jordi Artigas, Palma Alvarino, Alberto Ruiz Villar, Catherine Parra, Simón Sepúlveda o Rafael Dussan. Su propuesta ‘Barnizado’ ofrece un espacio a talento emergente, con una exposición que durante un mes da visibilidad a un artista. En septiembre podremos ver la muestra ‘Convergencias’, que invita a explorar la intersección entre el arte abstracto y el figurativo.

matizbcn.com

 

 

Princesa, 22.

Brunells

Impasible desde una misma esquina del barrio desde 1852, esta pastelería ha sobrevivido a guerras, presidentes, caprichos y modas. La vida pasa, nuestra adicción por el azúcar se mantiene. Presumen del premio al mejor ‘croissant’ de España, un dulce que elaboran en cinco días con pasos y tiempos sagrados de fermentación y mantequilla de Normandía. Las cocas de chicharrones, las rocas de Montserrat, las virutas o el milhojas de crema son los otros superventas de la casa. La bebida, tan injustamente segundona a veces, está a la altura del lugar con la presencia de Cafés El Magnífico.

brunells.barcelona

 

 

Sigue en pie un Gòtic vecinal y silencioso reservado a visitantes exigentes y discretos. Artesanía tradicional, oficio y hoteles-boutique apartados del trajín.

Texto: Marta Domínguez

 

 

Plaça de l’Àngel, 12.

La Colmena

Esta icónica pastelería abrió sus puertas en 1849, con Rosendo Abella al frente. Sigue siendo un negocio familiar que celebró recientemente 150 años de historia; la familia Roig es quien hoy elabora el célebre turrón de yema, los merengues, la coca montserratina o los caramelos de lavanda, malvavisco o anís. El interiorismo del local (con su letrero en pan de oro) es una de las obsesiones del heredero Josep Maria, consciente de su valor como espacio irrepetible. Imprescindible probar la encasada (huevo, limón y mató).

pastisserialacolmena.com

 

 

Carrer del Duc, 15.

Kimpton Vividora

Un hotel que apuesta por la exquisitez y el desenfado en igual medida debe jugar muy bien sus cartas. En este caso han encontrado el tono aliándose con talento local: Carner en las ‘amenities’ y el chef Jordi Delfa en su restaurante Fauna, con una cocina catalana modernizada (fricandó de presa ibérica, crujiente de pies de cerdo, butifarra de perol). El Kimpton Vividora hace honor a su nombre; permite mascotas sin cargo adicional, y los meses de buen tiempo organiza en su terraza conciertos acústicos en pequeño formato con grupos locales y entrada gratis para los vecinos.

kimptonvividorahotel.com

 

 

Carrer de Riudarenes, 7.

Contraban

El escondite dentro del escondite. En el interior del apartado y elegante hotel Wittmore encontramos este restaurante capitaneado por el chef Alan Guiard. Ambos espacios comparten estética de ‘speakeasy’ y una cultura de club privado del siglo XIX. Tienen un compromiso firme con la gestión de residuos, la lucha contra el plástico y el despilfarro de agua (colaboran con la organización Gravity Wave). En la carta del Contraban destacan las ostras con yuzu, el codillo, los canelones o la ‘cocotte lutée’ de lubina.

wittmorehotel.com

 

 

Plaça del Pi, 3.

Ganiveteria Roca

Buena señal cuando los clientes ponen mote a tu local: indica respeto y cercanía. La Solingen, como muchos vecinos llaman a esta cuchillería fundada en 1911, es un local modernista hoy catalogado y protegido. Además de sus impresionantes escaparates minuciosos (imposible no enamorarse de alguna de las piezas mostradas), lo mejor de la Roca son sus vendedores, que controlan cada ítem del catálogo. ¿Y de dónde viene lo de Solingen? Esa ciudad de Renania tenía, como la francesa Nogent, gran fama cuchillera. Como dice el mármol inscrito en el suelo: “Casa de confiança”.

ganiveteriaroca.com

 

Callejear por el Gòtic nos pone al día de la agenda cultural de la ciudad. Su centro histórico acoge gastronomía, tiendas centenarias y hospitalidad.

 

 

Banys Nous, 20.

L'Arca

Una de las tiendas más delicadas de la Barcelona es este espacio ubicado en una finca del siglo XV, con una renovación que ha respetado la estructura original y cuyos materiales nobles casan muy bien con su exquisita selección de moda ‘vintage’. Carmina Pairet y Nina Balmes son especialistas en encajes, velos, kimonos, años veinte, seda, mantones, vestidos lenceros… Solo lo más refinado, y quizá de ahí el conocido dato de que fuesen legítimamente escogidas para proveer de atuendos a la película ‘Titanic’.

larcabarcelona.com

 

 

La Rambla, 51.

Rocambolesc

En una imaginada etimología de la palabra rocambolesco aparece el rock, ese espíritu gamberro que impregna todo lo que hace Jordi Roca, que adora plasmar en dulce un paisaje, un ruido, una emoción. A su lado, la mexicana Ale Rivas, jefa de pastelería en el Celler de Can Roca. Su pasión compartida por los helados les llevó a este proyecto, mitad fábrica de Willy Wonka mitad laboratorio de doctor chiflado. Un mundo de fantasía con golosinas, carambinas, ‘unicornets’, polos con homenajes a Dalí, ‘brioches’ y ‘toppings’ maravillosamente atípicos.

rocambolesc.com

 

 

Lleona, 4.

Foot District

Si alguién creyó que la fiebre de las zapatillas aminoraría esta década, se equivocaba. Lo mismo ha pasado con el ‘streetwear’. Ese espíritu dandi callejero sigue vivo, en parte por afán coleccionista y en parte por ganancia especulativa: algunos productos de edición limitada son un valor seguro. En este local diáfano encontramos marcas como Baracuta, Carhartt WIP, Our Legacy, CP Company, The North Face, Y-3 o Stüssy. También una selección de artículos outdoor sostenibles, Terra Project, coordinada en colaboración con Ocean52.

footdistrict.com

 

Banys Nous, 3.

Papabubble

Recuperar el caramelo artesano. Así de sencillo y así de complicado era el objetivo que en 2004 se puso el equipo de esta confitería encantadora. No quisieron renunciar ni a la estética ni a una calidad altísima. Elaboran en vivo y en directo, una actividad que remite más a los trucos de mago que a la cocina. No hay máquinas: absolutamente todos los procesos se hacen a mano. Entre sus especialidades, los ‘bubblets’ (lo que llamaríamos gominolas), las clásicas piruletas, las mezclas de caramelos y los sabores especiales (rosas, sushi, hierbas aromáticas).

papabubble.com

El barrio Gótico barcelonés se encuentra entre las estaciones de Plaça de Catalunya y Arc de Triomf, que cuentan con los trenes del servicio de Rodalies.