Más Barcelona no puede ser: un palacete modernista catalogado, en el corazón del barrio, con jardín de cítricos y aromáticas, piedra, azulejos y un interior tal como fue concebido por el marqués Marià de Foronda. Para poder conocer cómo vivía la burguesía del siglo XIX hay que estar atentos a su agenda, ya que con frecuencia organizan citas abiertas al público, como ferias benéficas o visitas; también para eventos privados. Curiosidad para futboleros: fue el hogar de Kubala durante los años cincuenta.
Duquesa de Orleans, 9. torreamat.com
Isabella Heseltine nació en Roma, pero en 1986 se vino a Barcelona “por amor”. De padre inglés y madre francesa, ahondó en su identidad italiana, “de la que aprendí que preparar un plato no es solo combinar ingredientes de manera precisa, sino en convertir un acto cotidiano en un placer”. Su restaurante –con interiorismo del dúo Dalla Polvere– es un punto de encuentro en el barrio, con platos efectivos e ingredientes de temporada. Su hijo Marco ha heredado el olfato y el don de las relaciones públicas.
Ganduxer, 50. isabellas-restaurant.com
Hay que tener una gracia especial para combinar caro y barato y saber presentar al cliente prendas sofisticadas al lado de objetos populares con carisma. Blaw apuesta por un estilo de vida mediterráneo, retro y hedonista en el que cabe una chaqueta de Patagonia, un termo de montaña, vinos naturales, nombres de culto (Tony’s Chocolonely o Standard Procedure), firmas sostenibles (Veja, Balbino) y también una marca propia de ‘athleisure’ (moda deportiva casual), con enfoque en la calidad asequible.
Francesc Pérez-Cabrero, 3. blawstore.com
Hay un ‘sello Alzueta’: modernidad, radicalidad, transformación y poesía. Miquel Alzueta fue escritor y editor, y ha conservado ese espíritu cazador de talento. Además de sus sedes en Madrid y Girona, cuentan desde el 2022 con dos galerías en Barcelona: la de calle Séneca, en Gràcia, y esta de Sarrià. Todos los espacios tienen en común un interior pulcro y refinado, con una selección impecable de diseños ‘mid-century’. Entre sus artistas, Gabrielle Graessle, Carlota Guerrero, Maru Quiñonero, Bruno Ollé o Guim Tió.
Josep Bertrand, 3. alzuetagallery.com
Todos tenemos —o quizá somos nosotros mismos— ese amigo obsesionado con la calidad del sonido, que gastó un ojo de la cara en su equipo de música y está comprometido con lograr la máxima fidelidad a la grabación original. Es una buena idea llevarle a Curtis, el café audiófilo, un espacio pensado para melómanos y coleccionistas. Allí encontraremos cócteles, café de especialidad, sala de lectura con prensa musical, audioteca y tienda de discos. La felicidad es tomar un sándwich escuchando la reedición del ‘Wish’ de The Cure.
Mallorca, 196. curtisaudiocafe.com
En una ciudad de apabullante oferta hotelera, cada propuesta cuenta con diferentes armas para diferenciarse. The Corner tiene una de las virtudes más incontestables: la ubicación. Está al lado puntos de referencia como las modernistas Casa Sayrach y La Pedrera, pero también cerca de la rutina diaria de los vecinos, con comercios como el Forn Mistral, Takashi Ochiai o el Mercat del Ninot. Los meses de buen tiempo (casi nueve, en el caso de Barcelona) ofrece además un ‘rooftop bar’ y una piscina. Su terraza interior y su cafetería, ambos a pie de calle, son el lugar perfecto para mezclarse con los locales.
Mallorca, 178. thecornerhotel-barcelona.com
Hipócrates dijo aquello tan conocido de “Que el alimento sea tu medicina”, y en esta ‘boutique’ de ‘delicatessen’ lo han tomado al pie de la letra. El lugar está inspirado en las antiguas boticas con ‘boiseries’ y frascos de cerámica, solo que aquí presentan “remedios gastronómicos para curar el alma y el paladar”. Es la idea de una pareja de sibaritas —Riccardo Ferrari y Patricia Amor— que ha seleccionado para este espacio de venta y degustación referencias de primera división (conservas, aceites, licores, dulces) procedentes de todo el planeta.
Enric Granados, 114. aaltabotica.com
Cada uno de los nombres con los que los chefs Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas bautizan a sus restaurantes parece conformar un manifiesto vital de todo lo que consideran importante: Disfrutar, Estimar (Querer), Compartir. Este último ya contaba con una sede en Cadaqués, y ahora aterriza en Barcelona. En el interiorismo (de El Equipo Creativo) se han priorizado los materiales mediterráneos. En la carta, tal como sugiere el nombre del lugar, la gracia es probar entre varios; platos con raíces tradicionales y clásicos de la casa como la ensalada de remolacha o el canelón de atún.
València, 225. compartirbarcelona.com
Una de las tiendas más delicadas de la Barcelona es este espacio ubicado en una finca del siglo XV, con una renovación que ha respetado la estructura original y cuyos materiales nobles casan muy bien con su exquisita selección de moda ‘vintage’. Carmina Pairet y Nina Balmes son especialistas en encajes, velos, kimonos, años veinte, seda, mantones, vestidos lenceros… Solo lo más refinado, y quizá de ahí el conocido dato de que fuesen legítimamente escogidas para proveer de atuendos a la película ‘Titanic’.
Banys Nous, 20. larcabarcelona.com
En una imaginada etimología de la palabra rocambolesco aparece el rock, ese espíritu gamberro que impregna todo lo que hace Jordi Roca, que adora plasmar en dulce un paisaje, un ruido, una emoción. A su lado, la mexicana Ale Rivas, jefa de pastelería en el Celler de Can Roca. Su pasión compartida por los helados les llevó a este proyecto, mitad fábrica de Willy Wonka mitad laboratorio de doctor chiflado. Un mundo de fantasía con golosinas, carambinas, ‘unicornets’, polos con homenajes a Dalí, ‘brioches’ y ‘toppings’ maravillosamente atípicos.
La Rambla, 51. rocambolesc.com
Si alguién creyó que la fiebre de las zapatillas aminoraría esta década, se equivocaba. Lo mismo ha pasado con el ‘streetwear’. Ese espíritu dandi callejero sigue vivo, en parte por afán coleccionista y en parte por ganancia especulativa: algunos productos de edición limitada son un valor seguro. En este local diáfano encontramos marcas como Baracuta, Carhartt WIP, Our Legacy, CP Company, The North Face, Y-3 o Stüssy. También una selección de artículos outdoor sostenibles, Terra Project, coordinada en colaboración con Ocean52.
Lleona, 4. footdistrict.com
Recuperar el caramelo artesano. Así de sencillo y así de complicado era el objetivo que en 2004 se puso el equipo de esta confitería encantadora. No quisieron renunciar ni a la estética ni a una calidad altísima. Elaboran en vivo y en directo, una actividad que remite más a los trucos de mago que a la cocina. No hay máquinas: absolutamente todos los procesos se hacen a mano. Entre sus especialidades, los ‘bubblets’ (lo que llamaríamos gominolas), las clásicas piruletas, las mezclas de caramelos y los sabores especiales (rosas, sushi, hierbas aromáticas).
Banys Nous, 3. papabububble.com
En la última década se han escrito muchas páginas sobre el café, pero la confederación de amantes del té sabemos que la bebida más exquisita, sutil e historiada es la nuestra. Todo lo que rodea al ritual es refinamiento puro: la porcelana y la plata, las teteras, las urnas para guardar las latas, las mesas de palisandro. En esta boutique especializada tienen los mejores tés del mundo — blanco, oolong, pu erh, earl grey, chai, matcha—, orgánicos y biodinámicos, venidos de todos los rincones del planeta: Japón, Darjeeling, Malawi, Ruanda, Nepal....
Argenteria, 59. sansisans.com
Fulgencio Ramo creó su fábrica de gafas en los cincuenta. Su nieto David Pellicer recoge la sabiduría del oficio y añade un toque de irreverencia: «Barcelona es parte de nuestra identidad como ciudad innovadora y abierta al mundo.» El objetivo, una marca aliada con la cultura. Su sello de estilo son los colores vivos y las formas pop en materiales de máxima calidad: cristal mineral de Barberini y acetato de Mazzuchelli. Su fundación tiene un compromiso sostenible que huye del palabrerío y aboga por acciones concretas como la eliminación del plástico.
Espaseria, 1. etniabarcelona.com
El histórico Senyor Parellada —un clásico que cerró por jubilación— ha dado paso a Carmina, que respeta el legado de su predecesor y se define como una fonda de cocina tradicional catalana: escudella, fricandó, ceps, suquets. La sala se organiza en torno al patio central acristalado, desbordado de plantas y con las puertas originales restauradas. Al frente encontramos a la empresaria Isabella Heseltine, que cambió Roma por Barcelona hace más de tres décadas y ha apostado por mezclar lo mejor de estas dos culturas mediterráneas.
Argenteria, 37. carminarestaurante.com
A estas alturas, ¿qué puede ofrecer un hotel para sorprender a un viajero experimentado? Quizá se trate precisamente de eso, de evitar experimentos raros y ofrendar lo que siempre funcionó: la buena educación, la pulcritud, el cuidado de la luz, la localización perfecta, las vistas fabulosas, el interiorismo elegante (lo firma Lázaro Rosa-Violán), salas silenciosas donde leer. Si uno hace bien todo eso ya lo tiene todo a favor. Luego están los detalles, como las fotografías de Biarnés, Colita, Miserachs y Maspons que acompañan en el bar.
Avenida de Francesc Cambó, 14. editionhotels.com
Tiene apenas treinta años y ya ha trabajado con Armani, Karen Millen, desfilado en el 080 y abierto su propio taller de costura, con una producción enteramente local. José María García confiesa que sus tatuajes y pendientes asustaban en un primer momento a las clientas clásicas, aunque enseguida se las sabe ganar. Su ‘atelier’ frente al Turó Park es sereno y elegante, pero los vestidos tienen alma gamberra. “Mi firma creció con las redes sociales”. Las chicas anónimas y sus amigas ‘influencers’ le aportan una frescura que no tienen las actrices famosas.
Josep Bertrand, 13. zegarcia.com
Se definen como un bar de ostras, y resumen así su carta: frutos de mar y cócteles. El chef Romain Fornell quiso dotar al espacio de una inspiración marinera basada en las cabañas de pescador de la zona de Arcachon, con tejas, pintura a mano y lámparas de paja. La barra con el ‘comptoir’ de ostras da la bienvenida en la entrada. El proveedor es Jöel Dupuch, posiblemente el mejor ostricultor del mundo. El bogavante, el cangrejo real y la brasa son los otros protagonistas. Hay guiños nipones en el salmón asado con miso o el entrecot de raza Aubrac al corte japonés.
Tenor Viñas, 3. goutrouge.com
Además de su sede en Madrid y en la masía del Palau de Casavells (Girona), Alzueta cuenta desde el pasado otoño con dos galerías en Barcelona: la de la calle de Séneca, en Gràcia, y la recién inaugurada de Sarrià. Especializados en creadores jóvenes, los buscan guiados por la brújula de la “ética, radicalidad, transformación, poesía y conexión con el tiempo en que viven”. Gabrielle Graessle, Xevi Solà, Carlota Guerrero, Maru Quiñonero, Guim Tió o Maria Espeus han expuesto en sus sedes. También cuentan con un proyecto de residencias de artistas.
Josep Bertrand, 3. alzuetagallery.com
Más de 300 m2 –que sin embargo resultan íntimos y discretos– reciben a los clientes del nuevo salón de los hermanos Víctor, José y Eva Toro, pioneros desde 1995 de un modo diferente de entender la peluquería. Ni sofisticaciones demodé, ni esclavitud mensual, ni clichés de edad: en su espacio los profesionales ahondan en la personalidad y estilo de vida de cada cliente, hasta dar con un sello que se aleje de modas bobas y peinados en serie. También están presentes en desfiles de moda de diseñadores como Lydia Delgado, Victorio & Lucchino o Cortana.
Avinguda de Pau Casals, 17. salontoro.com
Esta pequeña embajada de lo atlántico, comandada por Lester y Belén, selecciona productos de nuestros vecinos portugueses. El mimbre, el barro o la madera están presentes en objetos humildes, útiles, sostenibles, ingeniosos e imperfectos. Ocasionalmente trabajan con artesanos como Álvaro Leiro (colaborador de Loewe), Idoia Cuesta o Juan Manuel Marcilla. Los superventas de la casa: los maceteros, las golondrinas de cerámica y las lámparas de terracota. La elección de materiales humildes responde a un espíritu desacelerado y una vida sencilla.
Llibertat, 7. casaatlantica.es
Una de las calles más vivas de Gràcia tiene en este espacio de interiorismo un oasis de tranquilidad y silencio. Solo rompe la calma Ago, el terrier simpatiquísimo que da nombre a la tienda. El italiano Federico Crocella agrupa, en una apuesta instintiva por el tacto y el buen gusto discreto, antigüedades de Europa y Asia. Una antología de muebles, vasijas, cristalería (diseñada por el mismo Federico), textiles y objetos curiosos que escapan de modas vulgares. Las piezas recuperadas, restauradas y reinventadas son un manifiesto por la sostenibilidad.
Bonavista, 6. agostore.com
Gaudí apenas había cumplido los 30 cuando ideó en 1883 esta residencia particular con influencias islámicas y orientales. El arquitecto empleó azulejo cerámico, prestó especial atención al jardín y se obsesionó con su iluminación y ventilación. El rincón más familiar es la tribuna situada junto al salón, abierta a la vegetación por unas celosías de madera. Esta casa modernista, considerada la primera gran obra de Gaudí, se restauró al público en 2017. Recuperaron las policromías originales y abrieron el edificio a los barceloneses.
Carolines, 20. casavicens.org
Esta boutique de ropa masculina, capitaneada por Álex González, apuesta por una mezcla interesante de marcas emergentes y firmas históricas, como las Boinas Elósegui, con 160 años de experiencia; la marinera Le Mont Saint Michel, que pronto será centenaria; la portuguesa Musgo Real, que sigue presente en muchas casas del país; o los normandos Saint James, de 1889. También creen en el joven talento local, como Steve Mono o Hemen. González defiende la calidad atemporal, la confección en pequeños talleres y la historia detrás de cada firma.
Bonavista, 2. boobcn.com
Toda la calle Joaquim Costa conoce a Lucía y Oriol, la pareja que hace diez años abrió un espacio exquisito dedicado a la cosmética y la belleza con marcas de primera: Robert Piguet, Heeley, État Libre d’Orange, Orto Parisi, Diptyque o Malin+Goetz. La estrella, sin embargo, es su perro Kiku, que custodia las velas, los jabones, las cremas y los perfumes, además de patrullar el barrio. Cada semestre organizan talleres de perfumería para que el cliente, con ayuda de un perfumista, cree su propia fragancia a medida con componentes naturales.
Joaquim Costa, 33. lestopettes.com
La pionera de la cocina vegetariana en Barcelona (desde 1979) tiene una norma sagrada: no dormirse en los laureles. Así se renueva y perfecciona una carta donde todo es ligero, crujiente, sabroso y fresco. “La alimentación es fundamental para un estado de salud óptimo y una vida plena. Cuidarse no significa renunciar al sabor”, defiende. Cultivan sus propias verduras y frutas de temporada, y el recetario del restaurante está ligado a la cocina catalana familiar. Su curiosidad llevó a Teresa a viajar además por EE UU, analizando los distintos enfoques del vegetarianismo.
Jovellanos, 2. teresacarles.com
A los vecinos a veces se nos olvida disfrutar de lo que ofrecen los hoteles de nuestra ciudad. En pocos lugares se está más a gusto a la hora del té que en el salón escocés del Wittmore, leyendo al lado de la chimenea, o en la terraza un mediodía de sol. Las habitaciones dan a un jardín vertical interior, lo que las hace más tranquilas. Su silencio y sus normas (nada de móviles, solo adultos) remiten más a un club privado que a un hotel al uso. Y el chef Alan Guiard propone en su restaurante Contraban una cocina de producto con vinos locales.
Riudarenes, 7. thewittmore.com
Frente al secretismo de la cocina, siempre hay algo fascinante cuando se remata el plato en la sala. En este fantástico sumibiyaki (parrilla japonesa) de decoración tradicional, cada mesa dispone de una plancha de carbón donde cocinar al punto la carne. ¡La carne! He aquí el quid de la cuestión. Este es uno de los poquísimos restaurantes de fuera de Japón que sirve wagyu (ternera japonesa) de grado A5, célebre por su sabor y textura mantecosa, sutil y aterciopelada. Escoger, girar las porciones en la barbacoa y ver (y oler) cómo se van cocinando es una auténtica fiesta.
Pintor Fortuny, 32. carlotaakaneya.com
Esto no es una coctelería corriente. En este laboratorio de la mezcla hay alambiques, un rotavapor, una batidora manual y recipientes de cerámica donde los dueños elaboran sus propios destilados, maceraciones y fermentados. También emplean una barrica, que aporta a los tragos el dulzor de la uva pasificada. Suena complejo, pero el resultado es sencillo: un cóctel clásico de la mejor calidad posible. Su versión del ‘gintonic’ (con ginebra de la casa) incluye sirope de albahaca, eneldo, lima y manzanilla.
Mirallers, 5. drstravinsky.cat
Esta tienda ‘gourmet’, llamada popularmente La Teca, tiene el aval histórico de su vecina tienda de vinos. Su selección despierta alegría de vivir: dan ganas de montar una comida con muchos amigos solo para llenar la mesa de conservas, embutidos, aceite, panes y quesos (entre los 350 que tienen para elegir y afinan personalmente). Se fundó en 1932 como una tienda de ultramarinos que vendía fruta, miel, licores y jamones, y conserva el encanto del antiguo colmado. El espacio dispone de una zona degustación donde dejarse aconsejar con los maridajes.
Agullers, 7. vilaviniteca.es
Tres fuerzas creativas de Barcelona unen su talento en este ‘showroom’: el diseñador industrial Alfredo López y su firma de muebles Owl, el trabajo artesano en piel de Iriarte Iriarte y la directora de arte Carolina Spencer con su proyecto Matagalán, dedicado al universo floral. En el espacio, que han bautizado como la tienda que hace un siglo estaba allí, pueden comprarse sus productos —bolsos, jarrones hechos a mano, mesitas, el icónico otomán Pepino firmado por Owl— y también pedir encargos a medida.
Rera Palau, 2. e-e-bcn.com
Andy Warhol, Basquiat, Salvador Dalí, Hirst, Kusama, Haring, KAWS, LaChapelle, Murakami... la selección de nombres de este nuevo centro de arte es impresionante. Sus fundadores, los empresarios Lionel y Kim Logchies, quieren presentar el arte al ciudadano de un modo accesible y crítico. “Utilizamos el poder del discurso para desafiar la norma, defender la verdad, abrir las mentes y cuestionar el mundo que nos rodea”, aseguran. Ubicado en el Palacio Cervelló, un edificio gótico del siglo XV, está hermanado con otro museo en Ámsterdam.
Montcada, 25. mocomuseum.com
Esta escuela de repostería se desdobla como cafetería y modifica su carta de ingredientes según la estación del año. Los chefs Ximena Pastor y Eric Ortuño quieren que el cliente perciba cada creación de alta pastelería como una joya, por eso el packacking mima cada dulce de la casa. Sus pastas de té –que ganaron el premio a las mejores del país–, el brioche trenzado o el donut de mascarpone son algunos superventas que el cliente puede aprender a cocinar en el curso de iniciación.
Viladomat, 140. latelierbarcelona.com
Los fundadores de este espacio dedicado al diseño industrial se definen así: “Nacimos en los setenta, nos fascinan los esplendorosos cincuenta y el buen rollo de los sesenta”. El estilo mid century les enamoró por su sutileza, elegancia, inspiración natural y materiales de gran calidad. Además de alquilar piezas espectaculares para rodajes o sesiones de fotografía, tienen a la venta rarezas nórdicas de Ingmar Relling, Poul Volther, Børge Mogensen o Sigvard Bernadotte, y clásicos de aquí como la Cesta o la silla Salvador de Miguel Milá.
Calabria, 85. elrecibidor.com
Que los tostadores de café proliferen es una buena noticia. Informan, educan en el buen producto, crean comunidad y demuestran que un café excelente no es más caro que esos brebajes sospechosos que a veces nos sirven. La tienda online de Morrow tiene lo mejor de cada país (Etiopía Dogo, Colombia Anserma, Costa Rica El Perezoso), además de molinillos, AeroPress o el café de filtro Hario. En su sede de Gran Vía también venden la gama ahumada de Rooftop Smokehouse.
Gran Via de les Corts, 403. morrowcoffee.com
Empezó como el proyecto de unos amigos que querían llevar camisas estampadas con motivos que no encontraban en ningún lugar. Su estilo pop y referencial fue ampliándose a una colección de hombre, mujer y accesorios. Cassettes, cámaras de fotos, aguacates, Doraemon, Wally, Regreso al futuro o Popeye compiten por nuestra atención junto a ediciones limitadas como la que hicieron para el Festival de Sitges. Su incorporación más reciente es la colección de jerséis sostenibles, producidos con cachemir, tencel y lana reciclada.
Parlament, 25. bravafabrics.com
Esta diseñadora podría haberse dormido en los laureles de su apellido (la histórica casa de moda Furest), pero prefirió crear su propia marca en 1996, y desde entonces ha logrado un sello reconocible con un estilo que emplea materias rudas en prendas delicadas. La piel procedente de Italia es su elemento fetiche, “porque gana encanto y matices con el tiempo”. La artesanía, la arquitectura y la sostenibilidad forman parte del discurso de una pionera del minimalismo barcelonés.
Tenor Viñas, 9. beatrizfurest.com
De todas las terrazas de Galvany la más disputada es la de esta cafetería en chaflán, que permite una visión privilegiada de los vecinos en su ruta (con sus hijos, con sus auriculares, con sus 'corgis') hacia el parque. El chef Romain Fornell y el empresario Hugues de Montfalcon lideran un grupo de restauración –con otros locales como Épicerie o Caelis– que ofrece una curiosa mezcla franco-catalana de bares de ostras, cocina marinera, menús ligeros y un ambiente muy 'chic'.
Tenor Viñas, 1. goutrouge.com
Josep Casamitjana fue uno de los primeros barceloneses enamorados del modernismo de Le Corbusier, Saarinen o Aalto. Abrió su tienda de mobiliario en 1918, cuando el interiorismo era todavía solo una profesión, no un 'hobby' con pedigrí. Pronto fue importando a la plana mayor del diseño europeo: Cassina, Vitra, Artek, Thonet, Louis Poulsen, siempre atento al talento local: Santa & Cole, Marset, Sancal. La cuarta generación custodia también la colección familiar privada de piezas históricas.
Johann Sebastian Bach, 15. casamitjana.com
Si pudiéramos echar un vistazo a la agenda de contactos de este salón encontraríamos a lo más granado de la 'gauche divine' barcelonesa. Tres hermanos (Víctor, Eva y José) abrieron su primer local en 1995, y entendieron perfectamente lo que necesitaban las clientas: ligereza y sencillez. Los tratamientos orgánicos son la especialidad de un equipo que ha dejado atrás el cliché de frivolidad del sector. Un pelo sano es, por el contrario, buena salud y un ancla de identidad.
Pau Casals, 6. salontoro.com
El interiorismo (techos altos e iluminación tenue y cálida) es una de las razones por las que este es uno de los restaurantes asiáticos más populares del barrio. La otra es, claro, su carta, con opciones vegetarianas y curris, costillas de cerdo, ‘ramen’ o alitas de pollo frito, además de esa rareza que es el cangrejo de cáscara blanda. Su dueño, Kike del Olmo, fotógrafo y viajero, reformó el edificio bajo el ideario de la arquitectura pasiva. “Es una caja aislada del exterior que consigue ahorrar un 65% de energía”.
Pujades, 133.
Nada que ver con el animal que muge: väcka’ es el término sueco que se refiere a ese despertar de la toma de conciencia. Ana (argentina) y Maxime (francés) han creado un espacio dedicado a los quesos vegetales producidos de forma artesanal. “Comer es un acto político que tiene efectos sobre nuestra salud, el medio ambiente y la sociedad en la que vivimos”. Contribuyen a una dieta más saludable con alternativas sostenibles como la crema de anacardos, el ‘cheddar’ de calabaza o la ‘mözza’ de almendras. Organizan, además, estupendos ‘lunch boxes’ con platos como las hamburguesas de setas, los oniguiris o el bizcocho de ‘matcha’.
Almogàvers, 138. vacka.es
Todo lo que un ‘millennial’ necesita para ser feliz: plantas, café excelente y revistas. Este espacio con carisma (se mantuvo el espíritu de la fábrica que fue un día), mitad vivero mitad cafetería, está capitaneado por Lucía López, diseñadora gráfica. Se nota su buen ojo estético en la selección de prensa, flores y cerámicas a la venta y en la habilidad para crear pequeños rincones. Tres imprescindibles: la kombucha artesanal, las galletas de Más Meriendas y el café de Three Marks.
Badajoz, 95.
El australiano Hayden College aparece con frecuencia en el Instagram de su obrador, siempre sonriendo y siempre tramando algo para sabotear la dieta. Lo último: la tarta de almendra y pera. Los ‘lamingtons’ (pastelitos de chocolate, coco y frambuesa) son su guiño patriota neozelandés, y también está atento a las peticiones veganas. Otro clásico de la casa es el ‘minicake’ de ricotta, o el ‘plum cake’ de nueces y caramelo. No es la carta más ligera del mundo, pero el pecado queda compensado con los ingredientes orgánicos.
Amistat, 18.
No hay en esta boutique un solo objeto que sea imprescindible para la vida diaria; sin embargo, las estanterías destilan felicidad y hedonismo. Cada uno de los ítems ha sido seleccionado conforme a un destino elevado: hacer feliz a su comprador. El culto al capricho se celebra en las camisas de Paul Smith, los vestidos de Isabel Marant, el mundo wunderkammer de John Derian, la cerámica de Astier de Villatte o las alpargatas de Castañer. Una selección mediterránea, refinada y con un punto de ironía británica.
Rosa dels Vents, 1. lacomercial.info
El local de Negra y Criminal, templo de la literatura noire que cerró en 2015, tiene el mejor heredero posible en el equipo de la Fahrenheit, punto de encuentro de los vecinos del barrio. Nacieron como una librería motorizada e itinerante (un book truck), pero se han asentado en el corazón de la Barceloneta. Sus fundadores, el malagueño Sergio Lledó y la bosnia Azra Ibrahimovic, priorizan los títulos de editoriales independientes y las rarezas descatalogadas, programan actividades culturales y creen en la lectura como un modo de conocer el pasado, comprender el presente y encarar con alegría el futuro.
Calle de la Sal, 5
El cielo de los surfistas debe ser algo así: 400m2 dedicados a todos sus gadgets y una gran terraza con vistas al mar. El otro deporte venerado aquí es el skate, con una impresionante selección de tablas. Es habitual ver a algún rider —Jéremy Florès, Aritz Aranburu, Javier Mendizábal— probando el equipamiento de su patrocinador. Los encuentros de tarde los amenizan los DJs de Nasty Mondays. El local forma parte de Boardriders, una fundación californiana que educa en la protección de los océanos.
Plaza del Mar, 1-4. boardriders.com
Los Bellsolà presumen de ser ya la cuarta generación de panaderos —desde 1892— que mima este producto sagrado, con hornos de leña de casi tres metros, las mejores harinas y levaduras madre premiadas que se cuidan como un miembro más de la familia. Anna, la heredera, solo aspira a “mantener siempre el entusiasmo por elaborar un pan que seduzca y estar a la altura del trabajo que hacían mis abuelos Robert y Pilar, un símbolo de humanidad y sabiduría”. Tienen editado un libro con algunas de sus recetas más emblemáticas, como el brioche de mantequilla, el Camperol o el Barceloneta.
Baluard, 38. baluardbarceloneta.com
Quienes ya conocían la marca de ropa The Avant sabían del buen ojo de su diseñadora, Silvia Presas. Su antigua pasión –seleccionar objetos de todo el mundo– ha acabado tomando forma de ‘boutique’. El interiorismo es innegablemente mediterráneo, pero en las estanterías hay piezas de Marruecos, Francia, Irán, Brasil o Perú. Alta artesanía, producción local y protección de oficios en extinción, que se trasladan a manteles de lino, cestas de yute, boles de cerámica o cojines de algodón calicó.
Enric Granados, 106. theavant.com
Uno de los postres japoneses más populares viene para competir en el paseo callejero con el helado o la ‘crêpe’. El ‘daifukumochi’ –ese es su nombre completo– es un pastelito de arroz glutinoso con un relleno dulce; los más conocidos son el de fresa o anko (pasta de judía dulce). Tradicionalmente se regalaba en ocasiones festivas o ceremoniosas, pero su tamaño y pulcritud invitan al ‘take away’. La fundadora, Agnesa Novitchi, se enamoró de Japón en su viaje de bodas e intuyó el potencial de ese pastelito esponjoso y versátil, que llega con 18 sabores distintos.
Rambla de Catalunya, 31. niji.es
No quedan tantos juegos que hayan unido a varias generaciones y, de hecho, a tantos países a la vez. Lego, más que un juego, es un ritual de paso de los niños y niñas que sueñan con ser arquitectos, ingenieros, granjeros o astronautas. Todos hemos montado sus piezas infinitas, algo que ni en los mejores sueños vaticinió el danés Ole Kirk Christiansen cuando lo ideó en 1932. Auguramos hiperventilación de los fans de ‘Star Wars’: la tienda dispone de un ‘corner’ solo para ellos.
Muntaner, 78. galegory.com
Solo una cosa impide a los cocinillas acumular decenas de ‘gadgets’
gustosos para su hobby: la falta de espacio. Pero incluso los que tienen cocinas pequeñas encuentran el modo de coleccionar moldes reposteros, ollas, copas de vino, espátulas, decantadores y demás utensilios necesarios para el aficionado a la buena mesa. En la última década, la oferta se ha profesionalizado y vuelto mucho más estética. Un ejemplo es Culinarium. Aquí, el orden y la limpieza ganan puntos, y las modas (la coctelería, los ‘cupcakes’, los batidos sanos) encuentran su hueco.
Rambla de Catalunya, 98. culinarium.es
Imagen deprimente: una barra de pan chicletosa que languidece bajo los fluorescentes de una tienda de gasolinera. Si el desperdicio de alimentos es inmoral, no lo es menos el haber perdido el respeto a uno de los puntales de la dieta sensata: el buen pan. Oswaldo Brito y Jordi Mestre emplean en su obrador las mejores harinas, fermentaciones pacientes y una masa madre de seis años que alimentan tres veces al día. Atención a la focaccia de chili y la hogaza de kalamata.
Doctor Dou, 12. padekilo.com
Tres puntos fuertes: el patronaje impecable (fruto de veinticinco años de profesión), la atemporalidad de los diseños y la producción sostenible. Lisa controla cada paso de la elaboración de los bolsos –siempre en colecciones limitadas–, con pieles recicladas o de curtición vegetal, sin emplear minerales tóxicos. La mayoría de modelos están pensados desde la funcionalidad y no entienden de géneros. La serie Raw Cut es perfecta para un desplazamiento al trabajo en bicicleta.
Mercaders, 11. lisalempp.com
El chef Stefano Mazza (Last Monkey) ha rescatado uno de los iconos de la Barcelona noventera: el Iposa, detrás de La Boquería. Tener el mercado a treinta metros implica una carta con cortesías poco habituales en un bar de aperitivos, como la ensaladilla rusa con atún rojo fresco o el brioche casero con vitello tonnatto. Stefano también macera sus propios vermús (con manzana y canela, por ejemplo), con los que también moja uno de los postres de la casa, el babà napolitano.
Floristes de la Rambla, 4. superclassic-bcn.com
Parece magia digital, pero esta técnica data de 1851. El colodión húmedo consigue un tipo de retrato con un detalle impresionante, en una placa barnizada que nos sobrevivirá (resiste intacta hasta doscientos años). “Antes de la cita digo en broma a los fotografiados que piensen que su ropa la verán sus tataranietos”, explica Martí. Aquí solo hay un disparo. Doce segundos de exposición sin mover una pestaña y, voilà, un recuerdo analógico familiar para la posteridad.
Baixada de Viladecols, 2. martiandinach.com
La palabra inglesa trait se refiere a cualquier rasgo peculiar que hace que cada uno sea como es. Toda una declaración de intenciones para esta tienda, donde Gabriel Ortiz y João Novaes actúan como intermediarios entre la personalidad de sus clientes y la de los objetos de deseo que venden. Aquí se encuentran desde zapatillas de moda hasta sacacorchos de diseño y tienen un espacio reservado para que los artistas locales puedan exponer su trabajo: haciendo barrio.
Parlament, 28. traitstore.com
Este restaurante ocupa un local en el que se comerciaba, hace medio siglo, con aceites y jabones, y en el que se sirve, como no podría ser de otra forma, cocina mediterránea. El chef Oriol Pijoan aprovecha las frutas, verduras y legumbres ecológicas que llegan cada día de un huerto de Esparraguera para dar de comer rico y sano. Tampoco fallan las patatas bravas o la ensaladilla rusa para los días en los que apetece darse al vermuteo.
Comte Borrell, 36. restaurantsucursal.com
Morrisey cantaba aquello de "Everyday is like Sunday" y así se siente uno en este diner, dedicado en cuerpo y alma al placer del desayuno alargado, tan propio de los domingos. Ideado por las hermanas Paula y Laura Ruiz, aquí puede uno tomarse unas tortitas a la hora del aperitivo o de la cena sin que aflore el sentimiento de culpa por ningún lado. Sándwiches, hamburguesas o unos gloriosos Mac & Cheese completan una oferta cien por cien hedonista.
Comte Borrell, 75. ladesayuneria.com
Victor Ródenas y los hermanos Ignasi y Marc García son el trío calavera, canalla y con alma de antihéroe de esta casa de comidas surgida en medio del tsunami pandémico. Han conseguido surfear las distintas olas gracias a una carta que viene de la cocina tradicional y viaja hacia el infinito (y más allá). Su brioche relleno de steak tartar o sus rigatoni con liebre y trufa, entre otros platos, ya los han convertido en uno de los restaurantes de moda de la ciudad.
Manso, 54. maleducat.es
En Sants las apariencias engañan; los patinadores desgarbados de la plaza de la estación son en realidad campeones mundiales de skate, así como esta taberna sencilla tiene espíritu de restaurante formal de mantel. Demuestran su buena mano en platos que requieren una mano fina, como los guisantes del Maresme o el babà au rhum. Aunque la carta tiene guiños a Japón y Francia, La Mundana es puro Mediterráneo. Prueba de ello son los quince tipos de vermuts que ofrecen.
Vallespir, 93. lamundana.cat
¿Por qué abrir un local y contratar a un decorador para que replique una decoración retro, si siempre hay tesoros amenazados por rescatar? La Montferry escapó de las garras de la gentifración y ahí sigue su caminito, centrándose en pocas cosas y haciéndolas muy bien: croquetas, tortillas, cap-i-pota, cecina, chicharrones y una oda al humilde bocadillo, que en tan pocos lugares se hace con cariño (aquí sí). En las paredes, las botas de vino como testigos mudos del día a día desde 1965.
Violant d’Hongria Reina d’Aragó, 105.
Lo de esgrimir currículum está demodé (el talento toca con la varita mágica a quien le da la gana), pero que Jordi Barnús haya pasado por elBulli nos da una idea de su inventiva y perfección formal. Esta es una cocina sin restricciones, donde lo excesivo se celebra (el tuétano, las ostras, la papada) y lo sutil también tiene su lugar. Los platos estrella de la carta pasan por la parrilla caprichosa, hecha a la medida con diseño del chef. Alta cocina en un barrio que necesitaba un alarde de valentía, y sin grandes sustos en la factura.
Comtes de Bell-Lloc, 118. santsescrema.com
Un curioso fetichismo sigue rodeando a las zapatillas deportivas, que los coleccionistas clasifican por años, matices y diseñador. Aunque el deseo suele ir dirigido a marcas japonesas y norteamericanas, también hay pequeñas firmas europeas con un catálogo y una narrativa ejemplar. La historia de Mates es la historia de Francesc Mates, atleta y pionero deportivo. La marca nació en 1947, y hoy apuntalan su pasión con modelos atemporales e iconos como las Mates Montjuich, que se colaron en la biblia del sector: Hypebeast. Producción local y artesanal.
Gayarre, 25. mates.es