Buen Suceso, 14.
A modo de librería-café de las de antes, donde los clientes pueden acompañar lecturas con una infusión, un vino o una tarta casera, este local es también sede de acogida de exposiciones, talleres, presentaciones de libros y tertulias, así como música en directo. Y es que la apertura de un nuevo espacio para los libros en la capital siempre es una buena noticia; también que aquí se reúnan quincenalmente diferentes clubes de lectura, para que la cultura no cese en su empeño divulgador.
Princesa, 79.
El ceviche, adalid culinario de Perú, es la bandera de la que hace gala este restaurante, no solo en su nombre, también con una carta fresca y divertida de clara influencia latinoamericana, donde predominan los pescados. Pero esta delicia marinada aquí se acompaña de tostones crujientes (plátano macho con salsa criolla) y tequeños, bien para degustar en sala o con su servicio a domicilio a través de su mostrador del Mercado de la Paz. Con este espacio, comienza toda una saga de restauración en la capital.
Ferraz, 2.
Situado en el edificio modernista de Casa Gallardo, LeClab es un gastroclub con espacios reservados y exclusivos y una decoración que retrotrae a los años 20 del siglo pasado. Su cocina se encuentra orquestada por la chef japonesa Yoko Sahei, que ha elaborado unos menús de comida kaiseki en torno al número 5: la comida que se sirve tiene cinco colores, cinco sabores y cinco técnicas de elaboración. Estos menús se acompañan de sake y pueden degustarse a un precio de entre 130 y 160 euros.
Fernando el Católico, 87.
Regido por los principios del consumo responsable, libre de plásticos y ecológico, este supermercado es una referencia para los que quieren comprar con conciencia. Su oferta cuenta con el certificado de sostenibilidad, sin crueldad contra los animales ni elementos tóxicos, y en ella se prioriza la elaboración artesanal. Aquí el visitante encontrará productos básicos, tanto de cuidados como para el hogar, además de alimentos que pueden recogerse con envases traídos de casa, a favor de una política zero waste.