Texto: Mario Suárez
Carnero, 9.
Los días de Rastro, en la calle del Carnero, desde hace unos meses, hay una cola de gente perpetua desde las diez del mañana hasta mediodía. Entre curiosos en busca de gangas, turistas y vendedores, los amantes de la buena pastelería y el mejor pan esperan para probar alguna de las delicias que este obrador presenta de cara al público. Es un espectáculo ver cómo moldean sus cruasanes, sus bollitos de cardamomo, sus rollos de canela... Menos mal que abren de martes a domingo si alguien no quiere la espera.
Carlos Arniches, 1.
Parecía que la moda de la cerámica iba a colapsar en algún momento, pero no. Lo mismo que los finlandeses con el vidrio o los turcos con la seda, en España somos de barro. Esta tienda no solo vende cerámicas de artesanos nacionales, con una colección propia hecha en torno y decorada a mano (como tiene que ser), también tienen de Portugal, Italia o Marruecos. Piezas utilitarias, pero también decorativas, como las famosas cabezas sicilianas que están arrasando tras la serie ‘The White Lotus’.
Costanilla de San Andrés, 18.
En un antiguo taller de tapicería, tras una fachada azul de madera y grandes ventanas, esta tienda reivindica la nostalgia con buena mano, y lo hace desde un barrio castizo y chulapo. Aquí huele a tienda de pueblo, a casa de los abuelos, a cera, barro, cuero, esparto, lana y jabón. O lo que es lo mismo, se pueden encontrar objetos de toda la vida: cerámica tradicional, menaje esmaltado, morteros, tablas de cocina, vidrio soplado, toallas de algodón, mimbre y esparto. Todo incita a tocar los materiales y texturas.
Carrera de San Francisco, 15.
Dice que es “una cocina libre que interpreta una cebichería peruana”, pero lo cierto es que el cocinero Jhosef Arias lleva desde 2013 haciendo que los sabores de país se asienten en barrios castizos como La Latina. Yuca prensada con tropezones de queso latino, brochetas de pescados aliñados con salsa anticuchera y, por supuesto, tiraditos y cebiches. Atención a su causa limeña, ese plato tan sencillo y rico que tiene legión de fans. Dicen de Arias, además, que es un mago con el ‘chupe’ de carabinero.