Texto: Mario Suárez
Paseo de La Habana, 84.
El chef Iván Sáez lleva una década dando de comer a vecinos y visitantes del barrio de Hispanoamérica. El producto sin aspavientos siempre ha sido el protagonista de su carta, pero ahora ha dado una vuelta a su propuesta, aportando mayor creatividad y vanguardia. Mar, huerta y montaña son los nuevos escenarios donde se mueve, demostrando una vez más su destreza en el uso de la caza. Quien ha probado su arroz de paloma torcaz con boletus o su lomo de ciervo, sabe de lo que hablamos.
Félix Boix, 9.
Los toldos rojos tipo capota de su fachada son un emblema de esta calle, muy cerca de la plaza de Castilla. ‘El Nait’, apelativo con el que se conoce, fue la primera hamburguesería de Madrid, abierta en 1974. Es un pedacito de historia de la restauración de la capital, con sus paredes repletas de fotos, vinilos y carteles cinematográficos auténticos, además de una Harley Davidson de la IIª Guerra Mundial. Hoy, los primeros clientes de antaño llevan a sus hijos a probar su ensalada de col. Por algo será...
Avda. de Alfonso XIII 149.
Todo en este restaurante es lo más parecido a vivir un sueño americano. No solo por su homenaje al mundo de las barbacoas a través de los asados y ahumados, los bocadillos inspirados en los ‘food trucks’ y las ‘smashed burgers’. También por la ambientación de típica cabaña de ultramarinos de EE UU donde van los leñadores a afilar sus hachas o a comprar sus anzuelos. Y, por supuesto, por su impulsor, Samo, que luchó por abrir un restaurante así no en Arizona, sino en Chamartín, y terminó triunfando.
Pza. de Valparaíso, 3.
A Nicolás Marcos, viticultor y cocinero, le han acusado varias veces de ser demasiado atrevido. Abrir este restaurante en plena pandemia tuvo sus riesgos, pero salió airoso y triunfante. Esta es una casa de comidas con vocación gastronómica y alma de ‘wine bar’. El nombre de Sagrario no remite a ninguna mujer, sino a su acepción de “lugar donde se custodian las cosas sacras”, como un tabernáculo que encierra la magia y fomenta el rito. Y el apellido Tradición deja clara su oferta: cocina clásica española.