San Joaquín, 7.
Era lógico que lo compararan con el desaparecido Mercado de Fuencarral, aunque estas galerías comerciales han dado un paso más en su concepto y propuesta de marketplace tan habitual en muchas capitales europeas. En sus 600 metros cuadrados, no solo se puede comprar ropa de estilo urbano –incluido un corner de la marca italiana Kappa– también hay una barbería, un estudio de tatuajes y una zona de degustación gastronómica centrada en pokés o baos y comida asiática. Malasaña pedía a gritos un espacio como este.
Valverde, 42.
La comparativa es recurrente, pero pocos pueden afirmar que sea cierta: comida como la de mis abuelas. Sí lo puede hacer con orgullo la dueña de este restaurante, Sol Pérez-Fragero, que ha querido con su carta hacer un homenaje a sus antepasados. Buena cocina española que arranca con pinchos como la sardina marinada con queso cremoso, o los molletes de pringá de puchero o pepito de ternera y pimiento verde frito. Su tortilla de patata hecha al momento con mojo verde, empieza a tener fans en Malasaña.
Corredera Baja de San Pablo, 10.
Segundo local de este concepto flexible de restaurante que triunfa tanto en Buenos Aires: cocina saludable, a la brasa y servida ininterrumpidamente. En un local versátil que se acomoda para comidas, meriendas o cenas, aquí el público sabe que viene a morder buenas verduras, carnes y pizzas que se elaboran a la parrilla, para no perder aromas ni sabores. Precisamente, son sus pizzas, de forma rectangular alargada y preparadas con masa negra de carbón vegetal activado que las hace más digestivas, las que afaman a este espacio tan instagrameable.
San Bernardo, 64.
Burritos avantgarde, lo denominan; pues este nuevo local pretente que sus elaboraciones sean un precedente en la comida callejera de la ciudad. Bajo un sabio y novedoso ejercicio arquitectónico y de branding, realizado de la mano de Burr Studio y Tres Tipos Gráficos, aquí se viene, sobre todo, a comer con los dedos. Burritos, tacos, bowles, totopos caseros, quesadillas o sus Bacon Cheese Brutal (patatas caseras con cuatro quesos y bacon) que llevan al menudeo de los puestos de comida de México DF.