Texto: Mario Suárez
Alcalá, 54.
Dos terrazas, una en la calle Alfonso XI, 2 y otra en la calle Alcalá, 54, hacen que una comida de trabajo en este restaurante sea una velada amable. Los diseñadores Cuarto Interior son los responsables de la imagen de este local: telas con motivos florales en las paredes, maderas oscuras y terciopelos azules. Todo muy neutro y atemporal, como aquello que pretende perdurar y afianzarse. En la cocina: platos de huerta, grandes carnes y una zona de ultramarinos y mantequería con una selección de conservas.
Conde de Aranda, 3.
El perfume es el último complemento antes de salir de casa, redondea el estado de ánimo y el vestir de ese día. Lo saben en esta tienda, que lleva fabricándolos desde 1884, recogiendo todo lo artesanal de su historia y sus aromas. Son productos de elaboración propia, sin parafinas, ni palma, y sus velas aromáticas tienen mechas de algodón natural. Su legado centenario lleva tras de sí a grandes expertos italianos que se han inspirado en la cultura mediterránea para ofrecer un producto sibarita y embriagador.
Claudio Coello, 190.
El Grupo La Única es un referente de la cocina mexicana con presencia en Colombia y México. Su desembarco en Madrid ha traído una nueva manera de entender la cocina regional norteña del país azteca y de la costa del Pacífico. A sus sabores potenciados con las brasas de la leña se entrelazan discretamente referencias mediterráneas, incluso algún plato creado para ellos por el chef español Andrés Madrigal. En su bar, el ‘afterwork’ se alarga hasta las cenas. “¿Quieres otra margarita?”, y todos responden igual: sí.
Puigcerdà, 4.
Isabella era una italiana sibarita que disfrutaba invitando a sus amigos a interminables cenas en casa. Su nombre ahora inspira este restaurante, no solo en la estética de cuidada vida doméstica, también en la poderosa carta. Se trata de un singular edificio de tres plantas concebido como un hogar, la casa de Isabella, con cinco acogedores espacios diferentes –salón, cocina, comedor, habitación y terraza– donde los comensales disfrutan de sus dos platos míticos: ‘fetuccini’ trufados o ‘tagliata’ con romero.
El Corte Inglés. Serrano, 47.
Ha sido una de las noticias más esperadas por los adictos a la cosmética en España. La llegada a nuestro país de esta firma australiana, fundada en 1987, trae consigo un concepto mucho más amplio y desconocido de lo que deben ser los cuidados de la piel y su conexión con el diseño y los hogares. Con un ‘packaging’ adorado por decoradores y arquitectos, los aromas, texturas y composiciones veganas de esta casa se hacen necesarias e inspiradoras. La línea ‘Resurrection’ es su clásico, pero detrás hay tanto.
Serrano, 61.
El diseñador Pepe Leal ha reconvertido el famoso edificio que fue la sede del periódico ABC hasta 1989 para abrir una de las terrazas más exclusivas de la capital, inspirada en los viajes del fundador del diario, Torcuato Luca de Tena. Una azotea en la que disfrutar de una gran variedad de comida fusión (elaborada por el chef Sergio Fernández) y coctelería, dentro de un estilo de inspiración ‘art déco’ a la manera de ‘El Gran Gatsby’, con luz natural, mesas de mármol, sofás amarillos y vegetación, en un enclave histórico de la capital.
Lagasca, 67.
Tottori es el nombre de una pequeña ciudad costera de Japón, en la isla de Honshu, donde se han mantenido y refinado costumbres gastronómicas y culinarias que permiten alcanzar el mayor grado de sabor y pureza en los alimentos. Bien lo sabía el mítico chef Haruki Takahashi, que dejó escrito este recetario del que hoy beben restaurantes como este en la capital. ‘Uzusukuris’, ‘tataki’s, tartares y diferentes versiones de sushi, desde los ‘gunkan’ a los ‘rolls’, para una carta apoteósica y cien por cien asiática.
Serrano, 58.
Desde su fundación en 1878, Wempe ha sido una referencia en la búsqueda de piezas de joyería de alta calidad y relojes atemporales. Las marcas más destacadas, las filigranas artesanales y los trabajos más delicados han conformado históricamente las principales señas de identidad de esta casa, cuya sucursal madrileña se encuentra emplazada entre la arquitectura decimonónica de la Milla de Oro de la ciudad. Precisión, elegancia y distinción en un servicio exclusivo desde su propio taller donde se pone a punto ese reloj heredado de familia.