Elche: sol, playas y sus nuevas damas

SE HABLA MUCHO DE LAS CIUDADES AMABLES, LAS QUE TIENEN UNA VIDA TRANQUILA, SLOW.  ELCHE ES UNA DE ELLAS. Y AHORA ESTÁ MUCHO MÁS CERCA GRACIAS AL AVE. SUS CREADORAS, COCINERAS Y EMPRESARIAS DESGRANAN EL FUTURO DE ESTA URBE FRENTE AL MEDITERRÁNEO.

Texto: Pacho G. Castilla | Fotos: Joseba Río  

 

Ya gozaba de prestigio incluso antes de empezar a contabilizar los siglos. Y todo ello gracias a una escultura esculpida en piedra caliza por los íberos que se encontró a finales del siglo XIX en la loma de L’Alcúdia, a un par de kilómetros de aquí: La Dama de Elche, que ha sido, sin duda, la mejor de las embajadoras de esta ciudad. Una función que hoy pasa a manos de algunas de sus ilustres vecinas, quienes escriben el argumento perfecto para que la ciudad reclame –ahora también– un hueco en la vanguardia.

La villa alicantina tiene muchas señas de identidad a las que recurrir. Como muestra, su inmenso Palmeral, el más grande de Europa, con más de 500 hectáreas y 200.000 ejemplares, tantos –casi– como habitantes. Y no termina aquí. Con un legado arqueológico envidiable, es de las contadas ciudades en el mundo que pueden presumir de tener nada menos tres patrimonios de la Humanidad: además del citado Palmeral, la representación del Misteri d’Elx y el Museo de Pusol (Partida de Puçol, 8 – Carretera Casas del León).

La ilustradora Aida Mas, una de las voces del nuevo Elche (izda.) y el Jardín Huerto del Cura (dcha.).

EL SOL Y UN LEGADO GASTRONÓMICO INTERNACIONAL

Palmeras, patrimonio histórico… y mucha, muchísima luz. Para quien es una de las cronistas del nuevo Elche, la ilustradora y diseñadora gráfica Aida Mas (que firma bajo el nombre de Nastiplastic), esta triada definiría, en síntesis, el lugar donde nació: “Más allá del solazo que suele radiar por esta zona, es una ciudad que tiene mucha luz propia. Tiene alma y transmite un brillo especial”, asegura.

Y no es solo el entorno el que se consigue ese reflejo. Así lo considera la directora de cine Lucía Forner, quien hace tres años consiguió nada menos que 22 premios y menciones (y hasta una candidatura a los Goya) gracias a su corto de ficción Marta. “Elche es una ciudad amable y, aunque tiene un número de habitantes considerable, no es lo suficientemente grande como para perder esa sensación de pueblo”.
 

Sí, Elche es una ciudad abierta, cercana. Con la suficiente oferta cultural y de ocio, y sin tener por ello que renunciar a la necesaria y conveniente tranquilidad. “Las grandes ciudades ofrecen más oportunidades. Aunque también en ellas todo es menos personal”, afirma Susi Díaz, la chef que en 2006 consiguió colocar a su ciudad natal en el mapa gastronómico mundial gracias a una estrella Michelin que sigue manteniendo en La Finca (Camí de Perleta, 1, 7). En esta centenaria casa de labor situada en pleno campo de Elche, fue donde, en 1984, y junto a su marido José Mª García, la mediática cocinera puso en práctica todo lo que aprendió de sus dos abuelas, Francisca y Lola.

 

IMPRESCINDIBLES DONDE COMER

 

Mesón el Granaíno

Con el ambiente y el producto propios de una típica taberna andaluza pero recurriendo los productores locales, Odón Martínez introduce algunos toques contemporáneos a la esencia de la cocina tradicional de un local con más de cinco décadas de historia. Parada bligada a la hora del tapeo.

Josep María Buck, 40. mesongranaino.com

 

Heladería Illice
En pleno centro de la ciudad, esta mítica heladería, que va a cumplir nada menos que 80 años de existencia, une a diferentes generaciones, gracias a sus granizados, horchatas… y, por supuesto, sus helados artesanales.

Carrer Ample, 10.

 

La Vaquería del Camp d’Elx
Tienda gourmet donde, entre jamones y conservas, poder encontrar queso de su propia explotación ganadera. Ofrece, además, una de las imágenes más curiosas de la ciudad: parar a conseguir, en su máquina dispensadora y a cualquier hora del día, un vaso de leche recién ordeñada.

Alfonso XII, 23. lavaqueriadelcampdelx.com

 

La masía de Chencho
Una centenaria casa de campo en las afueras de la ciudad y transformada en un templo gastro. Su carta recurre como reclamo a los productos de la Lonja de Santa Pola y variedad de arroces.

Partida de Jubalcoi, Ctra. Murcia-Alicante, km. 62. lamasiadechencho.com

“Esta tierra proporciona muchísima variedad de productos para cocinar”, precisa Susi Díaz, aludiendo a la necesidad que para su cocina –con clarísima vocación mediterránea–tienen los productos de la zona que encuentra, por ejemplo, en sus habituales visitas al Mercado Central (Av. de la Comunitat Valenciana, s/n), como el dátil y la granada mollar, otra de las señas de identidad, amparada por la Denominación de Origen Protegida (DOP).

Pero si hay un plato que define ya no Elche sino la provincia de Alicante es, lógicamente, el arroz. “En mi casa lo tengo presente en distintas elaboraciones: un arroz negro con sepieta o un arroz cremoso de raya”, señala la chef. Productos que consigue en el que considera “uno de los mercados con mayor variedad de pescados y mariscos de Europa”: la cercana Lonja de Santa Pola (carrer del Moll, 35. Santa Pola), a tan solo doce kilómetros de su “casa”.
 

UNA INDUSTRIA DEL ZAPATO PRESENTE EN TODO EL MUNDO

Elche aprovecha su cercanía al mar para conseguir algunos de sus insuperables productos, pero si añadimos a la ecuación su excelente clima mediterráneo, el resultado lleva a sus nueve kilómetros de playas, como la de El Pinet o la del Carabassí, las mejores, según los locales. “Las playas de Elche son las grandes desconocidas, pero son un lugar perfecto donde perderse un fin de semana”. Lo dice Rosana Perán, vicepresidenta de Pikolinos, empresa referente en el sector del calzado, que tiene su base, claro, en esta ciudad.

 

La directora de cine Lucía Forner por las calles del barrio de El Raval de Elche.

La chef Susi Díaz en su restaurante La Finca.

 

Hija de Juan Perán, fundador de esta compañía presente en 50 países, esta empresaria recuerda la inseparable relación entre Elche y una industria zapatera que arrancó aquí a finales del siglo XIX. “Elche es una ciudad con una mentalidad muy abierta, acostumbrada a los ritmos que marca nuestra industria y que nos obligan a estar permanentemente en desarrollo, en innovación y con una actitud siempre emprendedora”, matiza Rosana Perán.


En 1987, otra mujer, Antonia (Toñi) Pastor, fundó Cuplé, firma también de calzado (pero no solo) que, igualmente, ha contribuido a posicionar la ciudad de Elche en el universo de la moda. Hace tres años, Toñi decidió dar el relevo a su hija, Teresa Sánchez, quien, desde el parque empresarial Torrellano, a tan solo ocho kilómetros de Elche, lleva la dirección creativa de una compañía que cuenta con ochenta tiendas repartidas entre España, aunque también llega a países como México, Chile, Holanda o Alemania.

Mujeres son también la mayoría de los artesanos de Elche que mantienen otro de los símbolos de la ciudad, el arte del trenzado de la Palma Blanca de Elche, y que se puede contemplar, por ejemplo, en el Museu del Palmerar (carrer Porta de la Morera, 12). “Cuando pasas por la puerta de esos talleres, te inunda un olor que te traslada a una sensación de estar en casa. Recuerdos de mi infancia cuando compraba la palma para el Domingo de Ramos, de la misma forma que el olor a pólvora me recuerda a las fiestas de Elche”, constata la empresaria Teresa Sánchez.

Fachada de La Cierva Vintage,  (Carrer Santa Anna, 10).

Odón Martínez, del Mesón El Granaíno.

 

ARTE URBANO, FESTIVALES Y MUSEOS

Con el respeto al legado, Elche también avanza hacia el futuro y se apoya en la cultura para seguir generando acervo. Muchos coinciden que en 1991 comenzó uno de las iniciativas pioneras por entonces en España, que marcaría el presente de la ciudad. Se trata del Proyecto Víbora, un museo de arte urbano que invade el hormigonado cauce del río Vinalopó.

“En Elche tenemos muy buenos grafiteros reconocidos internacionalmente, como Rosh 333 o J. Demsky”, constata la cineasta Lucía Forner. Su obra está muy presente en uno de los barrios más antiguos de Elche, hoy plagado de iniciativas y jóvenes ilicitados: El Raval.

“Es una zona delicada y hermosa, que contiene una arquitectura diferente a la que podemos encontrar en el resto de Elche”, señala Aída Mas. “Tiene las calles peatonales y sus plazas que se llenan de actividades culturales y bares con terrazas con precios asequibles”, precisa Forner. Se refiere a nombres como el restaurante El Raval (carrer Major del Raval, 9) o el bar La Gatera (carrer Forn Fondo, 1), entre otros. En este barrio también está el Museo de Arte Contemporáneo de Elche (MACE), fundado por el llamado Grup d’Elx, grupo de artistas ilicitanos que, en los años 70, levantó su voz contra la dictadura, y que hoy recoge una buena muestra de la vanguardia valenciana de posguerra.

El Raval, junto con el centro histórico, son los focos más activos de una ciudad con una oferta cultural que no cesa. Así, Lucía alude a citas como el Meed festival –en L’Escorxador Centre de Cultura Contemporània (Curtidors, 23)–, el festival Elx Al Carrer –que transforma las calles de la ciudad en un espacio escénico– o el FitElx, Festival Internacional de Teatre d’Elx, a los que se suman también certámenes de cine como el Festival Internacional de Cine Independiente de Elche (FICIE) o la Mostra y el Festival de Cine Fantástico de Elche (Fantaelx).

Propuestas que pujan también por formar parte de la esencia de la ciudad y que, unidas “a su patrimonio, su comercio tradicional y a todos sus valores intrínsecos”, explican sus contemporáneas damas, permitirán que Elche nunca abandone su senda hacia el futuro. 

Jóvenes empresas de Elche aúpan a una ciudad que vive con ilusión la llegada del Ave, un hito que acercará aún más el turismo.

 

Chelo Berná Rubio, chef del restaurante El Galgo.

A Elche se llega en el nuevo servicio Ave que Renfe acaba de poner en marcha en la relación Madrid-Elche-Orihuela. Dos trenes diarios por sentido que emplean poco más de dos horas en su recorrido.

Ahora viajar es más fácil con los nuevos billetes para trenes Ave, Alvia, Euromed e Intercity, y además con ¡todos los descuentos!