La ciudad andaluza reivindica el legado de Picasso y la influencia decisiva de sus calles en la obra del artista, con motivo del 50º aniversario de su muerte.

Texto: Jaime Lorite

En el poema ‘Si yo fuera afuera’ (1935), compuesto en París, Picasso soñaba con “despertar cerca del mar mediterráneo” al tiempo que evocaba “el olor del café y el pan tostado” de su infancia. Es un ejemplo que ilustra que el pintor malagueño, pese a marchar de su hogar en 1901 —antes de cumplir los 20 años— para no volver, sí vivió marcado por experiencias iniciáticas en la ciudad andaluza, donde aprendió y llevó a cabo sus primeras obras.

Lo trae a colación José Lebrero, director artístico del Museo Picasso Málaga, la pinacoteca más visitada del sur de España, consagrada al trabajo y al legado del artista: “Siempre hubo un lugar preferente para el sur en su vida. Su profunda identificación con el universo de los mitos mediterráneos nunca dejará de tener presencia en su obra”.

En 2023 se cumplen 50 años del fallecimiento de Pablo Picasso (1881-1973), conmemoración que se espera vivir con intensidad en la capital de la Costa del Sol, una vez superados, según el historiador del arte Carlos Ferrer, experto en Picasso, “complejos del franquismo” como que el pintor “despreciaba Málaga y odiaba todo lo español”. “Picasso está más que asimilado por la sociedad malagueña gracias a la labor de la Casa Natal y del Museo Picasso. Cuentan mis compañeros que, cuando abrió la Casa Natal en 1988, iban por los barrios, colegios y bibliotecas y aquello era poco menos que predicar en el desierto”, dice Ferrer, programador del Centre Pompidou Málaga y parte del Centro de Documentación del Museo Casa Natal.

El experto atribuye a parte de la historiografía ‘picassiana’ la idea de que el cocreador del cubismo encontró “lo sofisticado, inteligente y novedoso en las grandes ciudades; el joven Pablo quiso romper con todo lo aprendido, pero dedicó toda su madurez a buscar su identidad en la cultura mediterránea, los toros o la mitología”.

Panorámica de Málaga (Imagen que ilustra el reportaje), la ciudad que, en 1881, vio nacer a Pablo Picasso (arriba), pintor, escultor y padre del cubismo junto a Georges Braque. Picasso abandonó Málaga en 1901 para no volver, pero le marcó decisivamente.

 

Ruta por los lugares ‘picassianos’

La Plaza de la Merced fue el lugar de nacimiento de Pablo Picasso. En ella, además del Museo Casa Natal, puede encontrarse el famoso obelisco dedicado a Torrijos.

Aunque, como señala José Lebrero, “la arquitectura de la Málaga en la que nació y vivió el Picasso niño a finales del siglo XIX poco tiene que ver con las calles bulliciosas y turísticas de nuestros días”, el visitante que quiera hacer una ruta picassiana puede buscar el rastro de sus primeras vivencias. El director artístico propone “un recorrido desde la plaza en la que nació [plaza de la Merced, donde se halla el Museo Casa Natal], la iglesia donde fue bautizado [iglesia de Santiago Apóstol, calle Granada, 78], el aula donde pudo empezar a ser artista [la Antigua Escuela de Bellas Artes de San Telmo, donde impartía clase su padre, José Ruiz Blasco; actual Ateneo, plaza de la Constitución, 3] o la plaza de toros a la que habría acudido pasando cerca del entonces palacio de la Aduana”. Precisamente el ruedo de La Malagueta fue escenario en 1988 de uno de sus primeros óleos, al igual que el puerto de la ciudad.

Sin embargo, para Lebrero, lo más sugerente de sus vínculos con Málaga se detecta en la conducta local: “Tiene que ver con la luz, la vegetación, los rituales paganos y religiosos, los modos de cantar y vivir, la sensualidad, el color de la tierra y del mar. Todo ello parece emerger de vez en cuando en la obra menos afrancesada de Picasso”.

Exposiciones para conocer más al artista

Entre el 9 de mayo y el 10 de septiembre, el Museo Picasso Málaga tiene previsto acoger la exposición ‘Picasso escultor. Materia y cuerpo’, definida por Lebrero como “la primera gran muestra escultórica del artista que se podrá ver en España”. De octubre a marzo de 2024, llegará ‘El eco de Picasso’, dedicada a estudiar el peso de la obra del artista en el arte actual. Por su parte, Carlos Ferrer cree que cualquier oportunidad es buena para redescubrir al genio, como a él mismo le sucede desde el ámbito de la investigación: “Da la sensación de ser un ovillo infinito, con algunos hilos conectados y otros sueltos.

La obra de Picasso nos sorprende porque pensamos que ya está todo dicho, y nada más lejos de la realidad. El gran legado de Picasso es la libertad creativa”. Y añade: “Él mismo decía que hacía arte para el presente, con la intención de que siempre permaneciese en el presente. Y la verdad es que, al menos hasta hoy, lo ha conseguido”.

Las exposiciones del Museo Picasso están consagradas a la obra y legado del artista malagueño.

Málaga está a dos horas y media de Madrid en AVE, con trenes directos que circulan entre las dos capitales. La capital de la Costa del Sol cuenta, además, con trenes de Alta Velocidad que la unen con Barcelona, Zaragoza, Lleida, Tarragona, Córdoba, Antequera, Puente Genil, Ciudad Real y Puertollano. Dos líneas de Cercanías unen la estación de María Zambrano con diversas localidades de la costa a lo largo del día. También la capital malagueña está conectada con Granada por trenes del servicio Avant.