25 aniversario
‘La raja de tu falda’, ‘Tu calorro’, ‘Como Camarón’… Hace 25 años, aquellos clásicos se instalaron en el imaginario colectivo. Y también cambiaron la vida a los hermanos Muñoz, que celebran el aniversario con nuevo disco y gira.
Texto: Jaime Lorite
Fotos: Juan Pérez-Fajardo
Las canciones de los hermanos David y José Manuel Muñoz (Cornellá de Llobregat, Barcelona, 1976 y 1978, respectivamente) llevan 25 años formando parte del acervo popular. Estopa es patrimonio de generaciones que han crecido con su música, responsable de la revitalización de la rumba catalana. Su legado crece ahora con el disco ‘EstopÍA’, regreso a sus esencias y antesala de la gira que el dúo inicia este mes, con una ruta que le llevará, primero, por tierras de Latinoamérica y, después, por plazas nacionales, como el Estadi Olímpic Lluís Companys (Barcelona), La Cartuja (Sevilla) o el Metropolitano (Madrid).
Un tema que recorre vuestro nuevo trabajo, ‘EstopÍA’, es el de la madurez. ¿Cantar sobre fiestas a cierta edad es rememorar fiestas pasadas?
David: Para mantenerse joven hay que seguir pegándose alguna fiestecita. Salir de vez en cuando está bien. No vamos a dedicarnos a planes de mantita, sofá y leer la Biblia. Puedes beber, charlar, ir al cine, jugar a la consola…
José: Es pasárselo bien, no hace falta emborracharse.
Siguen yendo a La Española, el bar que tenían sus padres en Cornellà de Llobregat?
D.: No con frecuencia, pero todavía nos dejamos caer. Ahora lo han pillado unos chinos y me hace mucha ilusión.
J.: Están haciendo las mismas tapas de mi madre, con las mismas recetas. Y todavía siguen nuestras fotos, aunque el dueño no sepa quiénes somos.
¿Cómo vio su familia que quisieran lanzarse a la música? ¿Lo entendieron?
J.: Nuestra familia nos apoyó. Al principio no veíamos un duro, era más bien una pasión. Todos los fines de semana cantábamos en algún barecito del Baix Llobregat, Viladecans, La Cova del Drac… Y nuestros padres tenían que cerrar el bar porque iban los clientes a vernos.
D.: Como hermanos siempre hemos estado trabajando juntos. En el bar uno fregaba los vasos mientras que el otro enjuagaba; en la fábrica (de automóviles), uno ponía el tornillo y otro, el taladro. Somos un equipo.
Como personas de clase trabajadora, ¿resultó más difícil establecerse en la industria discográfica?
D.: No teníamos compañía, mánager, ni un primo concejal. Recuerdo que nos presentamos a un concurso y uno del jurado tenía un socio que quería hacer una editorial con nuestras canciones. Nos quería convencer de no firmar con EMI, imagínate.
J.: Decía que era un contrato leonino, que nos iban a hipotecar… ¡El tío lo que quería eran las canciones para él!
Y después de 25 años en la profesión, ¿qué tiene Estopa que decir con ‘EstopÍA’?
J.: En vez de lanzar un álbum de duetos o un grandes éxitos, por nuestro 25º aniversario preferimos hacer un homenaje al sonido de nuestro primer disco. Celebrar con nuevas canciones es celebrar que estamos vivos.
D.: Pensamos en ‘EstopÍA’ como un lugar, igual que la utopía o la distopía. El lugar de Estopa, nuestro mundo. Por esa razón, la portada está llena de referencias a nuestras canciones.
Toda aquella música que escuchaban con sus padres, como Los Chichos o el Pescaílla (a quien dedican una canción), ¿cuánto ocupa en ese mundo?
J.: Fue la marmita en la que nos caímos. La música que te ponen tus padres la recuerdas con un cariño especial, se queda en un hueco de tu corazón y nunca se olvida. Nuestra canción al Pescaílla (‘La rumba del Pescaílla’) es un tributo a todo eso, a la rumba catalana y a Barcelona.
¿Perciben que actualmente Estopa es también la música de la infancia de muchos jóvenes y que esa nostalgia les ha revitalizado?
D.: Es un orgullo. Igual que el que haya tantos artistas nuevos que nos reivindiquen.
J.: Es verdad que este es el primer año en el que nos hemos atrevido a hacer grandes estadios. Ha sido un paso importante, teníamos miedo de no llenarlos. Todavía no me hago a la idea de cómo va a ser tener a 60.000 personas delante.
¿Qué opinan de que algunos oyeran hablar de los porros por primera vez en sus canciones?
D.: En su momento hicimos una apología que ahora, cuando la escucha mi hijo, pienso: “¡Cago en todo!”. Puede que hayamos dado a conocer a un público las drogas blandas, aunque hemos alertado de las duras. No era tanto hacer apología como contar nuestra historia, y también provocar. De todas formas, hay suficiente información de lo que es bueno y malo para el cerebro. Pensamos que la gente no va a ser tan tonta de ponerse a fumar porros para ser como nosotros.
En la era de los ‘influencers’, las redes de Estopa son populares, sobre todo, por su espontaneidad. ¿Cuánto hay de calculado? ¿Existe una estrategia?
J.: Hay quien cree que, por ejemplo, el tuit del día del Orgullo LGTBIQ+ (una imagen de la bandera arcoíris con la palabra Estopa añadida con el móvil) era algo estudiado para que la gente se riese de lo cutre que era, pero para nada.
D.: No seguimos una estrategia. Lo que ocurre es que no sabemos comunicarnos de otra manera.
Han actuado en eventos de ‘streamers’ como La Velada o los premios ESLAND. ¿Les preocupa que algunos de ellos animen a no pagar impuestos o especular?
D.: Me preocupa muchísimo que haya algunos ‘streamers’ animando a niños a hacerse millonarios de la manera más inmoral, a emprender sin saber y a meterles en la cabeza que cuando pagas impuestos te roban.
J.: Sobre todo cuando los escuchan chavales de 15 años que no tienen formación, no han trabajado y cuyos padres quizá sean mileuristas. Es un discurso que cala. Es triste que piensen que está bien no pagar impuestos, cuando la sanidad o la educación pública ayudan a vivir a quien menos tiene.
De gira cogerán muchos trenes, ¿cómo aprovechan esos trayectos? ¿Dejan algún hueco para componer?
D.: Si compusiéramos seríamos un taladro para los pasajeros y ya somos bastante taladro de por sí. A veces nos da por hablar del espacio, de agujeros negros. Nos leemos el ‘Astrophysical Journal’ y lo comentamos. O ‘La historia empieza en Sumer’, de Samuel Noah Kramer. O un cómic. Entre cosas importantes nunca viene mal un cómic de Spider-Man. ¡Nos gusta viajar, nos gusta el tren!
J.: También sobre filisteos, mitología griega… Para nosotros, es un sitio en el que intercambiar sabiduría. Y si no, vemos una serie, cada uno con nuestros cascos.