Texto: Marta Cámara
Foto: Antártica Estudio
Todavía guarda en su interior un trocito de Paula, su personaje en ‘La fortaleza’, película que acaba de estrenar. Y es que Carla Nieto (Girona, 1983) espera que la huella de Paula no se desvanezca del todo, porque, a pesar de su aparente desequilibrio, su energía y su ternura, la han cautivado. Un personaje que destaca en esta película, difícilmente etiquetable, dirigida por Chiqui Carabante, y que la actriz define como: “una comedia muy oscura, oscurísima, con tintes de ‘thriller’”.
¿Qué le llevó a elegir este último proyecto?
Tuve que hacer un ‘casting’, pero solo con leerme dos escenas de ‘La fortaleza’ la entendí perfectamente. Paula, mi personaje, es una superviviente que decide salirse del rol impuesto por su familia para ser ella misma.
¿Ha tenido que pelear también en su vida para salir del rol que su familia había previsto?
Por suerte, no. Aunque en mi familia hay mayoría de médicos y mi madre es política, mi padre es actor ‘amateur’, y la única condición que me pusieron fue acabar el bachillerato. Nada más terminarlo, dejé Sant Gregori (municipio de Girona) y me marché a Barcelona para estudiar Arte Dramático. A partir de ahí, todo sucedió muy rápido.
¿Dónde considera que está su verdadero hogar?
Soy una ciudadana del mundo. Ahora vivo en Madrid y los últimos años he pasado largas temporadas en México, de donde es mi pareja, también actor (Leonardo Ortizgris). Pero mis raíces están, sin duda, en la masía familiar de Sant Gregori, al lado de Girona. Crecer ahí, en medio del bosque, montando a caballo a diario en total libertad fue un auténtico privilegio. Ahí, sin duda, está mi esencia, y le ocurre lo mismo a mi hijo, con solo cuatro años.
Ha reconocido que prácticamente tiene que vivir en el AVE. ¿Cuál es su destino preferido?
Cualquiera que termine en Girona. Un año y un mes es el récord de tiempo que he estado sin poder viajar a Sant Gregori, a mi casa, y reconozco que fue bastante duro.
¿Y qué suele hacer durante estos trayectos en AVE?
Cuando viajo sola aprovecho para leer, escribir, leer guiones, estudiar…También escucho podcasts. Cuando lo hago con mi hijo, el plan cambia bastante.
Tengo tan solo un día para descubrir Girona, ¿qué lugares me recomienda visitar?
Imprescindible un recorrido por el casco antiguo, además de cruzar los puentes para admirar las fachadas de colores y también visitar la catedral. Y una tradición que nadie se puede saltar es la de besar el culo a la escultura de la Leona, situada a los pies de la iglesia de Sant Feliú.
¿Y algunas direcciones imprescindibles para comer?
Uno no se puede ir de Girona sin probar los perritos calientes de König o sentarse a comer en las mesas de las escaleras del restaurante Le Bistrot. La sensación es la de estar en Italia y es una estampa difícil de olvidar.
El mar se encuentra a tan solo media hora, pero... ¿a qué playa van los auténticos gerundenses?
Siempre recomiendo Sant Martí d’Empúries por sus calas, la arena… Para mí, es la mejor playa de la zona.