San Sebastián según...

Mikel Erentxun

Texto: Ignacio F. Vázquez

El cantante celebra sus 35 años en la música con un disco donde hace repaso a sus éxitos junto a otros músicos amigos. Un álbum de recuerdos y añoranza, como los que él experimenta por Donostia, la ciudad donde siempre ha vivido y le vio crecer.

Su último trabajo, Amigos de guardia, es casi una alegoría de la vida de Mikel Erentxun (Caracas, Venezuela, 1965). El cantante lleva 35 años extrechando lazos en buena parte de los escenarios de medio mundo, primero con Duncan Dhu, desde 1992 en solitario, por eso no le resultó difícil llamar a varios de sus compañeros para este disco. Junto a Coque Malla, Leiva, Zahara, Bunbury, Iván Ferreiro, Amaral, Santi Balmes, Andrés Calamaro, Quique González o Diego Vasallo (por supuesto), entre otros, hace repaso a los éxitos más importantes de su carrera. Una trayectoria intensa, que contrasta con el día a día reposado que disfruta en San Sebastián, la ciudad en la que vive desde niño.

Nos bajamos del tren y es la primera vez que llegamos a su ciudad, Donostia, ¿qué visitamos primero?
Una de mis cosas favoritas cuando estoy en San Sebastián es asomarme al río Urumea, en el paseo de Francia. Allí me gusta pararme y observar los puentes que lo cruzan, es un lugar precioso. Justo en esa misma calle, al lado de la estación, estaba el Liceo Francés donde estudié, es un lugar que aún mantiene su encanto de antaño. Desde ese mismo punto se ve el edificio del Kursaal al fondo y para mí, cuando más bonito está, es por las tardes bajo la luz del sol. Por cierto, ahí mismo es donde comenzará la gira de mi nuevo disco Amigos de guardia, el 9 de enero.

San Sebastián es una meca de la gastronomía mundial, ¿dónde paramos a comer?
Hay estupendos pintxos tanto en la parte Vieja, como en la zona de Gros o en Amara. Pero para disfrutar de lo mejor de la gastronomía guipuzcoana tienes que ir a los restaurantes más icónicos como Arzak (Alcalde J. Elosegi Hiribidea, 273), Akelarre (Padre Orkolaga Ibilbidea, 56), Mugaritz (Aldura Gunea Aldea, 20, Errenteria) o Zuberoa (Araneder Bidea, Iturriotz). Tampoco quiero dejar de recomendar el besugo del restaurante Astillero (Portua Kalea, 6) de Getaria, al lado del mar.

Las barras de San Sebastián son un atractivo ineludible, ¿qué pintxo es el primero que pide al camarero?
La verdad es que hay muchos, pero soy muy fan de la tortilla de patatas. Cerca del Estadio de Anoeta hay un bar que se llama Pluto donde hacen un pintxo de tortilla que me encanta. También soy muy de pintxos clásicos y por eso suelo ir al bar Paco Bueno (Mayor, 6). Si quiero algo más elaborado recomiendo ir al bar Urola (Fermín Calbeton Kalea, 20) donde siempre hay muy buen producto de temporada.

Su ciudad está plagada de iconos, ¿su favorito es...?
Sin duda el Peine del Viento, en uno de los extremos de la bahía de La Concha. Otro de los lugares más bonitos de la ciudad y que siempre recomiendo es el Torreón del Monte Igueldo, desde donde hay unas vistas preciosas de San Sebastián.

¿Y dónde se escucha buena música en vivo?
San Sebastián es un buen lugar para escuchar música en directo; suelo ir al teatro Victoria Eugenia, al Kursaal o al teatro Principal. Otra de las cosas que más me gusta de la ciudad son los conciertos que se celebran en la playa durante los meses verano y los grandes eventos que acoge el Estadio de Anoeta. Pero también hay que decir que hay salas más pequeñas como el Dabadaba (Mundaitz Kalea, 8), el Doka (Erregezaintza Kalea, 20), la Cripta (Easo Kalea, 18) y bares como el Altxerri (Erregina Erregeordea Kalea, 2).

¿Le inspira viajar en tren entre concierto y concierto?
Viajar en tren me parece algo muy cinematográfico. A lo largo de toda mi discografía hay muchas canciones en las que se habla de trenes como metáfora. No se me ocurre nada más romántico que una estación de tren.