Por cosas del azar nació en Alemania, pero no hay modelo en España que represente mejor a su ciudad que ella. Esta sevillana también es actriz y embajadora universal de la moda flamenca. En la capital hispalense encuentra un reducto de paz, amistad y arte, una vuelta a los orígenes de los que ella nunca huyó, ni siquiera cuando desfilaba para los grandes modistos internacionales, desde Nueva York a Milán.
Sevilla según
Texto: Rosa Alvares
Foto: Silvia Sáchez
No puede haber mejor embajadora de su propia ciudad que Laura Sánchez. Nació en Alemania, pero vivió en Huelva con su familia desde los dos meses, y terminó haciendo de Sevilla la ciudad a la que pertenece de corazón. Comenzó su carrera como modelo en 1998 cuando, con 17 años, recibió el premio The Look of the Year de la agencia Elite. A su carrera sobre la pasarela y como actriz, se suma su faceta como codirectora de We Love Flamenco, pasarela de moda flamenca que triunfa en la ciudad hispalense. “Desde el primer momento, nuestro objetivo era posicionar la moda flamenca en el lugar que merece y no tratarla solamente como un traje regional; sacarla de romerías y ferias, mostrar que tiene moda cada temporada. ¿Por qué no llevar un esmoquin de lunares o un esmoquin bordado en mantón de Manila? Porque también buscamos transmitir que la moda flamenca incluye la recuperación de oficios y artesanos”.
Sevilla es su casa y en Madrid trabaja muchos meses al año, ¿viajar en AVE es un hecho cotidiano para usted?
Reconozco que me gustan mucho los viajes en tren. El Ave es mi segunda casa ya que, desde que mi hija se ha ido a vivir fuera, vivo a caballo entre Sevilla, Huelva y Madrid. Lo primero que hago al subirme al vagón es comprar una botella de agua. Me gusta pedir siempre ventanilla porque me encanta mirar el paisaje. ¡Me sé cada lugar por el que paso! Y aprovecho los viajes para trabajar, ya que es mi momento para tener un poco de paz. De hecho, no suelo coger el teléfono en el AVE. Siempre pongo la excusa de que no tengo cobertura, pero es que no me gusta hablar por teléfono en el vagón. Es una experiencia maravillosa porque, además, soy muy productiva.
¿Qué rincones de Sevilla no debería perderse alguien que la visite por primera vez?
No se puede perder un paseo por el barrio de Santa Cruz; tampoco una tapita en Triana, ni disfrutar de la Catedral y la Giralda. Y hay mil rincones pendientes por descubrir en Sevilla, aun después de años visitándola. No, no la conozco del todo y creo que nunca la conoceré por completo. Para mí es es el París de Andalucía.
¿Qué plan, cien por cien flamenco, recomienda en la ciudad?
Sin duda, tienen que visitar los tablaos que perduran en el tiempo, aquellos por los que parece que no han pasado los años y el flamenco sigue existiendo. ¿Por ejemplo? El tablao de la Lola de los Reyes (Pureza, 107).
¿En qué rincón y en qué momento “Sevilla tiene un color especial”?
Sin duda, al atardecer, en la orilla del río Guadalquivir, mirando hacia el barrio de Triana. Con esos colores que tiñen cada tejado, resulta un momento muy especial. Lo valoro muchísimo porque creo que, para todos los que vivimos fuera o hemos estado fuera muchos años, ver Sevilla desde la mirada del que va a ella por primera vez es siempre maravilloso.
¿A qué vivencia artística sevillana deberíamos sucumbir?
A la Casa Museo de Murillo (Santa Teresa, 8), en pleno casco antiguo. Y hay que prestar mucha atención a todas las iglesias y conventos de la ciudad.
Como experta en moda, ¿cuáles son esas tiendas imprescindibles?
Mis favoritas son las tiendas de artesanía, esas que te hacen volver a casa con un buen montón de bellos recuerdos. Yo tengo una preferencia y es el taller de Juan Foronda, donde encuentras mantones de Manila, abanicos, pendientes, broches, mantillas y otros muchos tesoros (Plaza Virgen de los Reyes, 3; Sierpes, 33, y Sagasta, 6).
¿Y dónde va a comer una sevillana de corazón como usted?
A mí me encanta la Bodeguita Casablanca, un sitio de solera que está cerca de la Catedral (Adolfo Rodríguez Jurado, 12). Me gusta mucho el tapeo de La Bodeguita Romero (Harinas, 10). Y comer bien en Los Alpes (Adriano).
¿Dónde lo pasa bien con amigos?
El 29, en el parque María Luisa, es un sitio rodeado de maravillosos jardines, al ladito de la Plaza España que, después, siempre alegra la vista.