Libertad, sol y cine
Tierra de sol y de mar, Almería es tu destino si te apasiona la playa. Célebre también por su historia cinematográfica –de los westerns a Juego de Tronos, pasando por Conan el bárbaro o Indiana Jones–, ha sido escenario de multitud de superproducciones. Pero todo eso ya lo sabes, ¿verdad? Por eso te proponemos descubrir Almería desde una perspectiva diferente y totalmente irresistible. ¡Acompáñanos!
Empezamos nuestra ruta a la búsqueda de la arquitectura del hierro, un estilo que representa como ninguno el siglo XIX y cuya presencia es muy potente en la ciudad.
Quizá su mejor exponente sea la Antigua Estación, con sus cristaleras y su elegante aire afrancesado, aunque no hay que perder de vista el Mercado Central, un lugar que merece una visita por muchas razones. En primer lugar, para admirar su cuidado diseño (que conquistó a personajes históricos de la talla de Marie Curie), pero también porque ofrece productos de la región que son difíciles de encontrar en otros lugares, como las patatas ojo de perdiz o los gurullos.
Un consejo: en el recinto encontrarás un bar familiar en el que cocinarán cualquier producto que hayas comprado en las paradas. Un auténtico lujo.
Otros dos iconos arquitectónicos de la ciudad son la Casa de las Mariposas y el famoso Cable Inglés.
La primera es un precioso palacete burgués que en tiempos fue considerado la casa señorial más prestigiosa de la ciudad. Sube a la azotea para ver de cerca sus enormes mariposas de hierro y admirar las impresionantes vistas que desde allí tienes de toda la ciudad.
El Cable Inglés es como se conoce el cargadero de mineral que a principios del siglo XX se construyó en la playa de las Almadrabillas, actualmente un lugar muy especial para pasear y ver maravillosos atardeceres.
Y cuando aprieta el calor, una manera de aplacarlo es visitar dos obras de ingeniería subterránea que marcaron un hito en la historia de la ciudad.
En primer lugar, los aljibes de Jairán te transportarán a la Almería árabe con sus naves de ladrillo y sus arcos califales, estructuras que un día se encargaron de abastecer de agua a la ciudad.
Saltamos unos siglos y llegamos a la Guerra Civil, de la que dejan constancia los refugios subterráneos de la ciudad: 4 kilómetros de túneles que salvaron a los almerienses de las 750 bombas que cayeron durante la guerra. Un emocionante viaje en el tiempo.