Marsella es un destino que da mucho de sí. Hay quien dice que se trata de una ciudad de ciudades, dado que son diversos los ambientes que acoge. Por un lado, tiene una faceta puramente mediterránea, con su puerto y playas, pero también una más histórica, de la mano del Castillo de Saint-Nicolas y otros monumentos del barrio Le Panier. Por supuesto, también está la Marsella más comercial y cosmopolita, presente en el barrio de las Cinq Avenues. Pero esto no es todo, ya que en los alrededores de la capital de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul hay mucho por visitar. Nuestros trenes AVE Internacionales a Francia conectan Marsella con diferentes ciudades españolas para que aproveches al máximo tu escapada a la Costa Azul. ¿Te vienes?
¿Quieres saber qué lugares no puedes perderte en los alrededores de Marsella? Toma nota de estas 5 visitas imprescindibles.
El Parque Nacional de Calanques brinda uno de los paisajes más mágicos de la Provenza. Se trata de un entorno rocoso salpicado de bahías en las que predomina el color azul intenso. Es ideal para los amantes del senderismo o para quienes deseen darse un baño refrescante en un rincón privilegiado.
Las Calanques: un espacio natural de gran belleza, ideal para disfrutar al aire libre
Frente a las costas de Marsella se eleva una impresionante fortaleza que no pasa desapercibida. El Castillo de If está situado en una pequeña isla, perteneciente al archipiélago de Frioul, a la que se accede en barco. Levantado en el siglo XVI, con el tiempo se convertiría en una prisión. Tanto es así que se popularizó gracias a la novela El Conde de Montecristo de Alejandro Dumas.
A unos 35 km de Marsella se localiza La Ciotat, una villa portuaria idónea para una escapada de desconexión. Indispensable es visitar el Puerto Viejo, así como la capilla de Notre-Dame de la Garde, que regala unas bonitas vistas al atardecer. Desde La Ciotat salen lanzaderas hasta la Isla Verde, un islote deshabitado y boscoso indicado para amantes de la naturaleza.
Un aire veneciano recorre cada calle de Martigues, a solo 40 km de Marsella. Esta población pesquera enamora por sus canales y coloridas casas. Entre sus atractivos encontramos el muelle Brescon, de lo más fotogénico, o la playa de Sainte-Croix. Para recargar las pilas, acércate al Parque de Figuerolles, un entorno natural para caminatas, ciclismo o paseos a caballo.
Cassis: el lugar rebosa del encanto de los pueblos costeros del Mediterráneo
Por último, pero no menos importante, tenemos uno de los tesoros más mimados de la Costa Azul. Cassis destaca especialmente por sus hermosas playas y calas. Si buscas un rincón paradisíaco donde bañarte, dirígete a Calanque de Port Pin, donde te espera una pequeña cala de aguas transparentes, o a Calanque d’En-Vau. Otro de los emblemas de esta localidad es el camino La Promenade des Lombards, que ofrece unas vistas únicas.
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