Con la llegada del buen tiempo, nada nos apetece más que salir de la ciudad y descubrir nuevos paisajes. Vamos a rodearnos del campo y sus aromas para empaparnos de uno de los paraísos de Europa. El lugar que representa como ninguno la simbiosis de luz y naturaleza es La Provenza. Quién no sucumbirá a sacar su teléfono, cámara de fotos o caballete para plasmar tanta belleza. Lo primero que haremos es subirnos al tren de nuestra escapada, el AVE Francia, la Alta Velocidad Internacional que te lleva entre España y Francia de forma cómoda, rápida y sostenible.
Cumplir este sueño ahora es más fácil. Subiremos al tren que nos conducirá hasta el edén del Mediterráneo, Aix-en-Provence, antigua capital histórica de la Provenza. Encontraremos pruebas de ello en los elegantes edificios de fachadas suntuosas. Muchas las veremos en el Paseo de Mirabeau que une el barrio de Mazarin con el casco antiguo de la ciudad. Punto neurálgico de encuentro y muy animado. En el Paseo Mirabeau destacan cuatro fuentes majestuosas. La más llamativa es la de la Rotonda por sus dimensiones.
Ciudad privilegiada por su clima, nos invita a perdernos por sus calles empedradas y plazas siempre animadas y después relajarnos sentados en una de sus terrazas. Una excusa más para visitarla es que, después de París y Versalles, es la tercera clasificada por su conjunto Barroco en Francia.
Fontaine de la Rotonde
Qué sería de Cézanne sin la luz de Aix y de Aix sin el pintor que plasmó en su obra como ninguno otro los colores de la región. Para los amantes del arte hay un itinerario: la casa natal, los cafés donde se reunía con los amigos, el taller, direcciones de la familia, hasta llegar al cementerio de Saint-Pierre.
En el Museo Granet, uno de los más bellos de Francia, encontraremos obras de Cézanne y otros artistas de renombre como Ingres y Rembrant. Seguro que cuando vayamos, hay alguna exposición interesante, pues la ciudad tiene una gran oferta cultural todo el año.
No debemos dejar escapar la oportunidad de hacer una excursión por el campo, una experiencia única. Su aroma y color nos inundarán los sentidos. Podemos participar en alguna de las visitas organizadas que parten de la Oficina de Turismo. Y regalarnos con alguno de los productos que se elaboran a partir de esta fragancia: aceites, jabones, bolsitas aromáticas.
En los mercados tradicionales al aire libre, podemos encontrar los productos estrella de la región: almendras, aceite y vinos. El vino ya fue implantado por los griegos, base de la cocina Provenzal. En la temporada de producción del aceite, se pueden visitar cinco molinos en activo. Y en diciembre, asistir a la Fiesta del aceite.
Antes de partir, seguro que nos vemos persuadidos por los motivos florales de los tejidos típicos de la Provenza: estampados en manteles, delantales y toallas a todo color. Igual que nuestra visita, una paleta con los colores del arco iris que nos incitará a regresar pronto a esta bella región.
Nosotros te facilitamos el transporte de manera cómoda gracias a nuestros trenes de Alta Velocidad Internacional entre España y Francia.
¿Cuál será tu próxima visita cultural? Puedes seguir disfrutando de otras ciudades francesas conectadas por nuestros trenes AVE Francia como Aviñón, Marsella, Nîmes, Béziers o Lyon; siempre de centro a centro de la ciudad.
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