Entre baño y baño en las insólitas calas de las Calanques o bien para calmar el apetito tras una mañana de turismo por el centro de la ciudad, no hay nada más reconfortante que degustar las maravillas de la gastronomía local que ofrece la sorprendente villa de Marsella. Ahora con nuestros trenes AVE Francia, el AVE Internacional entre España y Francia de Renfe, puedes llegar a la estación de tren en pleno centro de la ciudad, en menos de 5 horas, y saborear sus platos y vinos al más puro estilo marsellés.
El arte de vivir de Marsella es conocido por su simplicidad, así como su gastronomía. Sacando el máximo provecho de su magnífico clima, la proximidad al mar y la vasta riqueza de recursos a su alcance, hacen de la gastronomía todo un arte. Entre tantas otras peculiaridades, la base culinaria de Marsella se compone principalmente por la combinación de productos frescos con una amplia variedad de pescados, hierbas aromáticas y el ingrediente estrella: aceite de oliva.
A continuación te detallamos algunos que no puedes perderte.
No hay mejor forma de empezar el día que con el típico café o té acompañado de un croissant con mantequilla y mermelada de frutos del bosque. Para los más atrevidos, está el Croque-monsieur o Croque-madame, un apetitoso sándwich de pan de molde, jamón y queso emental o gruyere, calentado a la plancha o gratinado al horno, y culminado por un huevo estrellado.
¿El mejor lugar para hacerlo? Cualquier café o terraza con vistas al maravilloso puerto del Vieux Port, uno de los más legendarios de Europa y el mejor lugar para entender el pasado marinero de Marsella.
Croque-monsieur
Los productos de mar y la cocina campesina se unieron para formar esta sabrosa sopa elaborada con pescado, almejas, langostino, rape, perejil, tomate, aceite de oliva y vino blanco. El guiso se cuece en una cacerola y se sirve con pan tostado untado con rouille, salsa hecha a base de aceite de oliva, miga de pan, patata, ajo, pimentón y azafrán.
Hay quienes confunden la bourride con la bouillabaisse a pesar de ser dos platos bastante diferentes. La bourride marsellesa tiene orígenes históricos muy anteriores a la bouillabaisse: se trata de un plato muy sencillo que se prepara con pescado blanco y una salsa alioli que ayuda a ligar el caldo.
Este es un plato a base de anchoas en sal, ajo, vinagre y aceite de oliva. Se suele comer acompañado de pan tostado como entrante o como aperitivo, especialmente en primavera-verano.
Como alternativa a recalentar las sobras de boullabaisse o bourride, los gourmets marselleses idearon esta receta hecha a base de estos restos. Se trata de un soufflé de pescados mezclado con miga de pan mojada en leche, huevos y queso, todo vertido en un molde y cocinado al horno.
Oursin significa erizo de mar en francés, y a raíz de esta denominación han surgido dos platos con el nombre de Oursinade:
Por un lado, pueden considerarse sardinadas, momento en el que los amigos se reúnen delante de un abundante plato de erizos de mar frescos. Por otro, bajo el mismo término, surge un clásico un poco olvidado, una elaborada crema de erizos de mar que se prepara a partir de caldo de pescado blanco al que se le añade un puré de erizos.
Plato de Erizos de Mar
Este plato típicamente marsellés recuerda en gran medida a los callos españoles, compuesto por estómago relleno y pata de cordero mezclados con vino blanco y tomate, a menudo acompañados por una vinagreta.
Si hay algo que no puedes perderte antes de dejar Marsella es visitar una de sus famosas pastisseries, como el Four des Navettes, conocida por ser la más antigua de Marsella y por sus navettes –galleta en forma de barco cuya fórmula es indescifrable–.
Si además de saciar el apetito eres de los que disfruta de un buen vino, debes probar el Pastís, bebida muy popular entre los habitantes del puerto de Marsella. Se trata de una bebida alcohólica típica de Francia a base de anís que se sirve diluida en agua con hielo. Este brebaje de textura espesa y color amarillento es un excelente aperitivo para los días más calurosos.
En la zona del puerto de Marsella, encontrarás fantásticos restaurantes, donde podrás degustar una rica boullabaisse con la tradicional receta local de más de 50 años mientras gozas de unas espectaculares vistas al mar.
En la Maison du Pastis podrás degustar más de 75 sabores distintos de la famosa bebida, como también sus inolvidables absentas.
Si quieres seguir rodeándote del más puro estilo francés, además de Marsella, puedes visitar muchas otras ciudades conectadas por los trenes AVE a Francia de Renfe, que te llevan de centro a centro de la ciudad: Perpiñán, Narbona, Béziers, Montpellier, Nimes, Aviñón, Aix-en-Provence, Valence o Lyon.
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