Donde bulle la ciudad
Visitar los lugares emblemáticos y los monumentos de una ciudad nos ayuda a conocer un poco su cultura y sus gentes. Sin embargo, donde realmente se ve la esencia de cualquier lugar es en los mercados. Porque allí no solo se compra y se vende; también se come y se bebe, se habla y se vive. Adentrarse en estos templos gastronómicos es toda una experiencia sensorial, una explosión de colores, olores y sabores inolvidables.
Emplazados en edificios muy interesantes desde el punto de vista arquitectónico e histórico, combinan una enorme variedad de excelentes productos frescos con la profesionalidad de sus comerciantes, no en vano son ellos quienes mejor conocen los productos que venden y sus consejos son valiosísimos. Nos vamos de ruta por algunos de los mejores mercados de nuestro país. ¿Vienes?
Empezamos por un peso pesado, La Boquería barcelonesa. Este mercado lo tiene todo. Está ubicado en el corazón de la ciudad, en un hermoso edificio que acoge más de doscientos puestos con productos nacionales e internacionales, restaurantes donde degustar auténtica cocina de mercado y de temporada, y un completo programa de actividades gastronómicas, desde cursos y talleres a todo tipo de eventos. El paraíso de cualquier foodie.
Aunque si hablamos de mercados en los que se come de lujo, no podemos dejar de mencionar el de San Miguel, en Madrid, uno de los mejores lugares para darse un homenaje gastronómico. Tapas castizas comparten espacio con el marisco más fresco de las lonjas gallegas, pero también con exquisitos arroces mediterráneos o deliciosos platillos típicos de la cocina vasca. ¡Aquí, las estrellas Michelin abundan!
Más modestos, pero igualmente maravillosos son dos mercados de abastos de los de toda la vida que, además, destacan por su arquitectura: el Mercado Central de València y el de Atarazanas, en Málaga. El primero es sencillamente espectacular; sus detalles modernistas y la mágica luz que entra por su cúpula y sus vidrieras otorgan a la gastronomía un estatus casi sagrado. Muy distinta pero también imperdible es la plaza malagueña, con su puerta monumental y su riquísimo pescaíto frito. Según The Guardian, uno de los mejores mercados del mundo.
Y si prefieres algo más exótico, nos vamos a Granada, a pasear por la Alcaicería, un antiguo mercado árabe ubicado al lado de la catedral. Encantadoras callejuelas donde los vestidos de sevillana conviven con la mejor artesanía árabe, y el animadísimo trasiego de gente hace las delicias de los visitantes más curiosos.
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